La imagen de que poblaciones de vertebrados de todo tipo están en drástico declive se debe en realidad a una pequeña cantidad de poblaciones atípicas cuyo número sí está cayendo a tasas extremas.
Según un estudio de biólogos de la Universidad McGill, una vez que estos valores atípicos se separan de la mezcla, surge una imagen muy diferente y mucho más esperanzadora de la biodiversidad global, aseguran en un artículo publicado en la revista ‘Nature’. Las poblaciones son grupos de individuos de la misma especie que viven en un área en particular y, por lo tanto, la disminución del tamaño de la población precederá a la pérdida de especies. Pero, según los investigadores, todo se reduce a matemáticas, modelado y diferentes enfoques para calcular promedios.
Por lo general, se ha estimado que las poblaciones de vertebrados han disminuido en promedio más del 50% desde 1970, según los datos históricos de control de vida silvestre. «Sin embargo, dados los métodos matemáticos anteriores utilizados para modelar las poblaciones de vertebrados, esta estimación podría surgir de dos escenarios muy diferentes: disminuciones sistemáticas generalizadas o algunas disminuciones extremas», explica en un comunicado Brian Leung, ecólogo de McGill, Cátedra UNESCO de Diálogos para la Sostenibilidad, y el autor principal del estudio.
En este artículo, los investigadores abordaron la cuestión de manera diferente. Utilizando un conjunto de datos de más de 14.000 poblaciones de vertebrados de todo el mundo recopilados en la Base de Datos del Planeta Vivo, los investigadores identificaron alrededor del 1% de las poblaciones de vertebrados que han sufrido disminuciones extremas de población desde 1970 (como los reptiles de las zonas tropicales de América del Norte, Central y del Sur, y las aves de la región indopacífica).
Cuando se contabilizó ese 1% extremo, los investigadores descubrieron que las poblaciones de vertebrados restantes no estaban ni aumentando ni disminuyendo en general, cuando se agrupaban todas juntas.
«La variación en este agregado global también es importante. Algunas poblaciones están realmente en problemas y regiones como el Indo-Pacífico están mostrando disminuciones sistemáticas generalizadas. Sin embargo, la imagen de un ‘desierto de biodiversidad’ global no está respaldada por la evidencia –asegura Leung–. Esto es bueno, ya que sería muy desalentador si todos nuestros esfuerzos de conservación durante las últimas cinco décadas tuvieran poco efecto».
«Nos sorprendió lo fuerte que fue el efecto de estas poblaciones extremas en el impulso de la estimación anterior del declive global promedio –agrega la coautora Anna Hargreaves, profesora del Departamento de Biología de McGill–. Nuestros resultados identifican regiones que necesitan una acción urgente para mejorar el declive generalizado de la biodiversidad, pero también motivos para esperar que nuestras acciones puedan marcar la diferencia».
Fuente: Ecoticias