Población sigue repudiando asesinato de mujer-policía antidrogas

Con una concurrida misa en la iglesia de la ciudad de Huanta, la población entristecida recordó el primer mes del fallecimiento de la Suboficial PNP Maricel Solier Gavilán, en una emboscada narcoterrorista ocurrida en una zona de acceso al Valle del Río Apurímac y Ene, VRAE.


 


 El corresponsal de INFOREGIÓN en la zona informó que la policía antidrogas se ha convertido en un símbolo para los huantinos, generando una movilización social de repudio hacia el narcotráfico.


 


Una masa compacta de autoridades, delegaciones populares y vecinos se dirigió, luego del acto litúrgico, a la vivienda de la familia de la mártir policial, para acompañar en el dolor a los deudos, sobre todo a la abuela que la crió desde pequeña y que no consigue alivio para su inmenso dolor.


 


Peligro constante


La emboscada, perpetrada por elementos narcotraficantes que operan en la zona, habría sido en venganza por los continuos operativos de interdicción y decomiso de drogas e insumos químicos, que los efectivos antidrogas venían realizando en la carretera que une el valle de los ríos Apurímac y Ene, VRAE, con Quinua y Huamanga.


 


El cruel asesinato originó una masiva protesta ciudadana sobre todo en Huanta, ciudad natal de la policía antidrogas, cuya población salió en masa a las calles a protestar contra la violencia que general el narcotráfico y el terrorismo.