El Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) y la Asociación de Recolectores Ecológicos de Boca Manu, que integra 69 pobladores de las localidades de Boca Manu e Isla de los Valles y las comunidades nativas de Tayacome y Yomibato, suscribieron el primer contrato de aprovechamiento del arrastre de árboles por el río en el Parque Nacional del Manu.
Mediante este contrato se formaliza el aprovechamiento de especies maderables en esta zona de la región Madre de Dios otorgándose derechos para el aprovechamiento con fines comerciales de los recursos maderables e implementando un sistema que permita a los miembros de la asociación citada insertarse en cadenas de valor con empresas responsables.
“En toda área natural protegida existe un interés de que se genere un aprovechamiento sostenible que permita que las poblaciones locales se beneficien con lo que se conserva; un ejemplo es la suscripción de este contrato permitiendo que las poblaciones entren a un mercado formal y puedan tener un trato directo con empresas responsables”, informó el jefe del Sernanp, Pedro Gamboa Moquillaza, a INFOREGIÓN.
Por su parte, Ángel Chura, presidente de la Asociación de Recolectores resaltó la importancia de conservar esta área protegida ya que gracias a ello las comunidades aledañas se benefician del aprovechamiento de sus recursos naturales.
El contrato suscrito incluye el compromiso por parte de las comunidades del Boca Manu de apoyar en las acciones de control y vigilancia, así como en el monitoreo del adecuado aprovechamiento del recurso y desarrollo de la actividad.
El aprovechamiento del arrastre de árboles es una actividad favorecida por el incremento de caudal del río Manu, produciendo la inundación de las riberas, ocasionando la erosión del suelo y el desprendimiento de los árboles. Esta actividad se realiza en los meses de lluvia (noviembre a abril), en un área de 121.93 Ha, en la margen izquierda del río Manu.