Por muchos años, el derretimiento de glaciares ha sido un problema alertado por diversos especialistas a nivel mundial, quienes advierten que este fenómeno es causa directa del cambio climático. En el Perú, principalmente en las zonas altoandinas, este derretimiento causa la formación de lagunas; no obstante, dicha formación está lejos de ser positiva.
Debido a la crisis climática, en el país se han formado más de tres mil nuevas lagunas, de las cuales 500 presentan un posible peligro de desborde. Al respecto, INFOREGIÓN conversó con el subdirector de Información y Análisis del Inaigem, Christian Yarleque, quien además es director del proyecto GLOP: Lagunas de Origen Glaciar en el Perú: Evolución, Peligros e Impactos del Cambio Climático, iniciativa encargada de estudiar este fenómeno.
“Hemos detectado tres lagunas que, en un futuro, estarían en riesgo de desbordarse: La laguna Uspaccochaque (Apurímac), Papacocha (Lima) y Upiscocha (Cusco). Lo que nosotros analizamos es que si en caso ocurriese una lluvia intensa, el fenómeno de El Niño u otro tipo de cambios súbitos, estos causarían daños a las poblaciones que viven en las zonas aledañas a estas lagunas”, advierte Yarleque.
Cabe citar que el Perú alberga más del 70% de los glaciares tropicales del mundo y muchas personas de las zonas altoandinas del país viven cerca a dichos nevados. Por esta razón, el proyecto GLOP, realizado junto con el Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña (Inaigem), busca proteger a esas poblaciones y generar estrategias en gestión de riesgos de desastres con un enfoque ambiental.
Durante los estudios «simulamos los casos extremos. Por ejemplo, casos de huaicos u aluviones si es que ocurriesen; y esto nos ayuda a enfrentar situaciones y consecuencias de eventos catastróficos, para que así las autoridades puedan tomar medidas preventivas», añade Yarleque.
Cabe recalcar que el Inaigem solo se encarga de brindar recomendaciones en base a los estudios realizados en las lagunas, más no de armar los planes de evacuación o la construcción de obras que desvíen los aluviones. Es el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), con los gobiernos regionales y locales, las entidades que deben tomar en cuenta este estudio para tomar las acciones correspondientes.
La finalidad del proyecto es que se incluyan a las lagunas de origen glaciar en el sistema de prevención de peligrosidad del país. «Ahora conocemos los impactos que puede producir un aluvión en las zonas andinas y estos lugares son vulnerables porque las construcciones son de adobe. [Por ello], al finalizar el estudio vamos a compartirlo con las autoridades competentes para que estén enterados. Necesitamos mucha difusión», precisa.
Yarleque, además, lamenta el poco presupuesto que han tenido para el estudio de este fenómeno. «No hay mucho apoyo para la investigación. Ha habido poco presupuesto para tanto daño [en relación a las simulaciones hechas con fines del estudio]. Desde el 2019 hasta la fecha hemos recibido cerca de S/ 2 millones, pero un solo aluvión causa de S/ 30 a S/ 50 millones», acota.
En el caso de la laguna Papacocha; por ejemplo, una zona que se ha vuelto turística por encontrarse cerca al llamado bosque del amor, según Yarleque, es una de las muchas lagunas vinculadas a la peligrosidad. «Los aluviones en la zona andina son muchos más peligrosos que los tsumanis en la costa, y son mucho más frecuentes», finaliza el especialista.
Lo cierto es que -aunque visto de forma positiva por el aumento del turismo- la formación de lagunas de origen glaciar que hemos revisado representa un gran riesgo para las poblaciones que viven cerca de ellas. Por ello, es necesario que todas las autoridades competentes presten atención a las alertas que el proyecto GLOP está señalando para así no lamentar pérdidas que pudieron prevenirse a tiempo.
Dato
- Esta iniciativa ha contado con la ayuda de profesionales de la Universidad Nacional Santiago Antúnez de Mayolo de Huaraz, del Instituto del Bien Común (IBC) y la Fundación Árbol de la Vida. Además, el Inaigem ha ejecutado el proyecto en coordinación con instituciones académicas del Reino Unido, lideradas por la Universidad de Exeter, entre otras.