Luego de haber superado las peores semanas debido a la pandemia del coronavirus, en Europa ya están planeando cómo procederá la recuperación económica de la región. En ese sentido, un nuevo consenso parece asomarse en el viejo continente y que podría ser adoptado por otras regiones: la economía verde, ecoamigable.
A fines de abril, la ministra de Medio Ambiente de Alemania, Svenja Schulze, señaló que desde su país existe la visión de promover una recuperación económica con la creación de trabajos que no sean obsoletos en el futuro y que ayuden a reducir las emisiones de gases de infecto invernadero. “No debemos invertir en las tecnologías del pasado”, declaró la funcionaria alemana a la agencia AP.
La intención de las autoridades alemanas es promover el cambio de matriz productiva. Por ejemplo, en este país algunos sectores políticos están presionando para entregar subsidios a la industria automotriz alemana, una de las más importantes en el mundo, algo que el gobierno aceptaría si la producción vira hacia los vehículos eléctricos.
“A diferencia de la lucha contra el coronavirus, ya sabemos cuáles son las vacunas contra la crisis climática”, declaró Svenja Schulze una perspectiva en la que Alemania no parecer estar sola.
Otras perspectivas
En Gran Bretaña, el secretario de negocios británico, Alok Sharma también se ha mostrado a favor de una recuperación económica verde. “El mundo debe trabajar unido, como lo ha hecho para lidiar con la pandemia de coronavirus, para apoyar una recuperación verde y resistente, que no deje a nadie rezagado”, declaró hace unos días en una comparecencia pública.
Esto, además, va en consonancia con las conclusiones a las que arribaron el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres y la canciller alemana Ángela Merkel quienes promulgaron en sus declaraciones públicas la necesidad de una recuperación económica orientada a la lucha climática.
Subsidios y alternativas
En España, la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera ha llamado a una “desescalada verde”, un plan en el que la movilidad civil y económica se debería retomar en su país para pasar de una “emergencia sanitaria a una emergencia climática”. Para esto, ella señaló la importancia de ajustar la reactivación a los Objetivos de Desarrollos Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas.
En vista de que ya existen en diversos países algunos planes para subsidiar determinadas industrias, Greenpeace ha advertido que se debe prestar mucha atención a aquellos fondos que se dediquen a apoyar industrias contaminantes como la aviación y la petrolera.
“Es realmente importante, particularmente con la industria petrolera, señalar que este tipo de volatilidad que vemos ahora es un ensayo de lo que el caos climático traerá al mercado petrolero en el futuro (…) Estas son inversiones riesgosas. Eran inversiones riesgosas antes de esta crisis, y son inversiones riesgosas de aquí en adelante”, advirtió la directora ejecutiva de Greenpeace Internacional, Jennifer Morgan.
Los planes de reactivación económica ya están en marcha en Europa y Asia, y será cuestión de tiempo para que empiecen activarse en los Estados Unidos y América Latina. Mientras que en Perú, el Ministerio del Ambiente viene implementando nuevas políticas ambientales que se puedan sostener luego de terminada la cuarentena decretada por el Gobierno. La primera de ellas: la movilidad sostenible.
Fuente: José Díaz – Servindi