Plantean prohibición total del comercio de animales silvestres para evitar pandemias

La organización World Animal Protection ha lanzado una campaña para conseguir firmas (‘https://bit.ly/3dItJba’) dirigida a los líderes de los países del G20 para que apoyen una prohibición permanente del comercio de vida silvestre a nivel global con el fin de protegerla y prevenir futuras pandemias zoonóticas, como es el caso de la actual.

«El COVID-19 es una de las peores pandemias de origen animal a las que nos hemos enfrentado en un siglo», asegura la organización, que advierte de que «no será la última», a menos que se prohíba urgentemente cualquier comercio de animales silvestres en el ámbito mundial.

Las principales razones de la mercantilización a escala industrial de la vida silvestre son la demanda pública de animales silvestres para utilizarlos como alimento, en la medicina tradicional, como mascotas exóticas, para el entretenimiento y como accesorios de moda.

Medicina tradicional, mascotas exóticas y turismo

La demanda de la medicina tradicional tiene «consecuencias devastadoras» para muchas especies de vida silvestre comercializadas en todo el mundo, incluidos los osos que son cazados furtivamente y criados para obtener su bilis, según advierte World Animal Protection, que realizó una investigación reciente sobre el tema.

«La crueldad y las malas condiciones que sufren estos osos en las granjas los hacen susceptibles a enfermedades que pueden ser transmitidas a las personas que están cerca», avisa la organización, que sostiene que este riesgo para la salud pública por la cría intensiva de osos, y muchas otras especies de vida silvestre, puede erradicarse mediante una prohibición integral del comercio de vida silvestre y sustituyendo estas prácticas por alternativas a base de plantas.

La medicina tradicional asiática tiene un valor estimado de 60.000 millones de dólares al año, y se cree que representa cerca del 30% de los ingresos farmacéuticos de China.

World Animal Protection también hace hincapié en que cada año, «millones de animales silvestres son extraídos de sus hábitats naturales y criados en crueles condiciones de cautiverio para ser comercializados como mascotas en todo el mundo». Desde serpientes a loros, iguanas, lagartos, tortugas e, incluso, nutrias, sufren como mascotas en todo el mundo. Según la ONG, se estima que, actualmente, hay 17,6 millones de mascotas exóticas solo en los Estados Unidos.

Pero «la mayoría de los animales silvestres destinados al comercio de mascotas exóticas se asfixian y mueren antes de llegar a los mercados o tiendas de mascotas». Según reveló un informe de la ONG, algunas estimaciones indican que el 66% de los loros grises africanos mueren antes siquiera de iniciar el tránsito internacional.

Del mismo modo, World Animal Protection avisa del uso de animales silvestres en la industria turística. En este sentido, señala que el crecimiento del turismo mundial ha impulsado el comercio de decenas de miles de animales silvestres para utilizarlos en actividades de entretenimiento en las que «se les golpea, encadena y maltrata».

En Tailandia, por ejemplo, aproximadamente 11 millones de personas pagan cada año para ver a los elefantes realizar trucos y, al menos una vez en los últimos cuatro años, 46 millones de personas pagaron por ver delfines en un lugar.

«Los animales atrapados en esta cruel industria a menudo fueron comercializados o criados en cautiverio legalmente y pasan muchas horas al día en estrecha proximidad con seres humanos, lo que aumenta la posibilidad de propagación de zoonosis», explica la organización.

El covid-19: «el verdadero coste de esta situación»

«Crueles multimillonarios negocios han estado explotando animales silvestres a escala industrial global y ahora todos estamos viendo el verdadero coste de esta situación», asegura Steve McIvor, CEO de World Animal Protection, que sostiene que «esta pandemia no se trata solo de animales silvestres vendidos para la alimentación», sino que «se trata de la codicia y la mercantilización de los animales silvestres en todos los ámbitos».

Y añade: «Si algo aprendemos de esta situación es que debemos dejar a los animales silvestres en el lugar adonde pertenecen: en la naturaleza». McIvor pide «responsabilidad» a la sociedad para cambiar el comportamiento y las actitudes hacia los animales, lo cual podría salvar, a su juicio, la vida a millones de personas y animales, así como las economías.

«Si no compramos mascotas exóticas o medicinas tradicionales que contienen productos de animales silvestres y no visitamos lugares con animales utilizados en espectáculos, estaremos enviando un claro mensaje de que la crueldad infligida a la vida silvestre ya no se puede tolerar», comenta.

Aunque McIvor reconoce que se están adoptando algunas medidas en el ámbito nacional, «es necesaria una acción mundial coordinada». «Necesitamos, urgentemente, persuadir al G20 para que tome medidas con la finalidad de implementar una prohibición mundial de la vida silvestre para protegernos de futuras pandemias», considera.

Fuente:

Ecoticias