Veinte de las 24 plantas de procesamiento de mineral que operan en Nasca lo hacen de manera informal y sin tomar en cuenta medidas mínimas de protección ambiental. Así lo confirmó la evaluación y fiscalización que realizó personal especializado de la Dirección Regional de Energía y Minas de Ica a estas instalaciones.
En las 20 plantas de procesamiento de mineral, que se ubican en unos 130 km cuadrados del valle Las Trancas y Pajonal (al sur de esa provincia iqueña), se detectó que tres de ellas no cuentan con pozas y vertederos para el tratamiento de los grandes volúmenes de relaves que generan.
“Se pudo comprobar, además, que otras cinco plantas tienen relaveras pero sin capas de protección (geomembranas), que puedan impermeabilizar los suelos y evitar posibles filtraciones de metales pesados a estos terrenos, sobre todo a la napa freática del que se abastece a la población de la provincia”, confirmó el director de esta dependencia, Armando García.
El directivo precisó que las otras 12 plantas operan, en su mayoría, con relaveras mal diseñadas y, al igual que las otras 8 instalaciones, sin tomar en cuenta ninguna norma de protección ambiental.
“En promedio, se estima que cada planta procesa de 100 a 150 toneladas diarias que totalizan unas 3.000 toneladas al día. Estas a su vez generan unas 300 toneladas de concentrados de mineral en promedio y otras 2.700 toneladas diarias de relaves que se depositan en pozas que no han sido instaladas convenientemente”, criticó García.
Este funcionamiento irregular , que vulnera toda norma de protección ambiental, motivó la suspensión y cierre de actividades de 9 de las 20 plantas.
“Estas han apelado la sanción al Concejo Nacional de Minería, por lo que siguen operando sin un efectivo control”, reclamó el funcionario. Sus sanciones pecuniarias (entre 21.900 a 29.200 soles) también han sido apeladas.
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