Padres de familia y maestros del centro educativo ‘Gómez Arias Dávila’ invocaron a las autoridades locales a solucionar el problema de los damnificados por los desbordes del río Huallaga, refugiados desde diciembre pasado en ese y otros colegios de la ciudad.
El pedido urgente se vincula con el próximo inicio del año escolar, que podría sorprender a dichas instituciones educativas con su infraestructura en malas condiciones y poco aptas para recibir a cientos de estudiantes tingaleses.
Al respecto, fuentes del municipio provincial informaron que esta semana culminarán los trabajos de habilitación de ambientes a donde serán trasladados los 120 afectados por las torrenciales lluvias. El nuevo local se halla en el sector de Inkari, a cinco kilómetros al norte de Tingo María.
Por su parte, el burgomestre Juan Picón Quedo dijo que el traslado se hará de todas maneras, y que ya se cuenta con los módulos debidamente habilitados para sus ocupantes. Este trabajo se realiza en coordinación con el sub gerente regional, José Miranda Aguilar, cuya entidad ha aportado volquetes y motoniveladores, así como combustible.