A fin de contrarrestar los efectos que genera el calentamiento global, el presidente regional de Áncash, César Álvarez, solicitó al Ejecutivo que declare en emergencia la zona norandina del país, a fin de que se puedan utilizar los recursos del canon minero para los trabajos de mitigación de este problema ambiental.
Álvarez alertó que el calentamiento global está originando el paulatino desprendimiento de masas glaciares en los Andes. Este fenómeno ocurrió el último domingo en el nevado Hualcán y originó el incremento del nivel del agua en las lagunas, lo cual podría provocar inminentes deslizamientos.
“Caen pocas cantidades, poco a poco, sin embargo, podría caer un pedazo grande de hielo y generar emergencias, eso es lo que queremos evitar”, expresó.
Citó como ejemplo que la laguna 513, sobre la que cayó la masa glaciar de Hualacán, presenta una rajadura que podría representar un riesgo en el futuro.
La autoridad regional dijo que en la Cordillera Blanca hay alrededor de 100 lagunas, de las cuales nueve se encuentran en riesgo latente de desborde.
Indicó que una de las tareas prioritarias de su despacho, una vez que se consiga la declaratoria de emergencia, será elevar los muros de contención de las lagunas y dar mantenimiento a túneles que facilitan el desagüe controlado de las lagunas.
Según la Unidad de Glaciología, el volumen de masa desprendida el último domingo sería de aproximadamente un millón de metros cúbicos, lo que produjo una ola de 28 metros de altura.
Perú alberga el 70% de los glaciares tropicales del mundo, que incluyen también a la cordillera del Himalaya en Asia y al volcán Kilimanjaro en Africa, según expertos.
El hielo de las montañas altas en Perú presenta un retroceso de 60 metros anuales, lo que implica su mayor disminución en 5.000 años, según científicos de la Universidad de Ohio que culpan del deshielo al calentamiento global.
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