Piden paralizar concesiones forestales que afecten reservas para aislados

La Organización Regional de los Pueblos Indígenas del Oriente (Orpio) presentó una demanda constitucional de amparo ante la Corte Superior de Justicia de Loreto para proteger a los pueblos en aislamiento voluntario y contacto inicial (Piaci). La demanda presentada el último viernes, 17 de julio, se dirige contra la Gerencia Regional de Desarrollo Forestal y de Fauna Silvestre (Gerfor) y el Gobierno Regional de Loreto (Gorel) al promover un plan de reactivación forestal que afectaría a los Piaci.

Ambas instituciones anuncian reactivar concesiones forestales que se sobreponen territorialmente a tres reservas indígenas en proceso de creación: a) Yavarí Tapiche, b) Yavarí Mirim, c) Napo Tigre y d) Sierra del Divisor Occidental. La demanda cuenta con el acompañamiento legal y técnico del Instituto de Defensa Legal (IDL), Forest Peoples Programme (FPP) y Environmental Investigation Agency (EIA) y el apoyo de Rainforest Foundation Norway (RFN).

Amenazas directas y vulnerabilidad

El plan de reactivación se enmarca en el D.S. Nº 080-2020-PCM que busca reanudar la actividad extractiva sin considerar la situación altamente vulnerable de los Piaci, cuyo sistema inmunológico es frágil ante enfermedades externas. La ocupación del área de las reservas indígenas solicitadas a favor de pueblos en aislamiento, las mismas que además cuentan con informes o decretos supremos a través de las cuales el Estado reconoce la existencia de estos pueblos, conlleva el riesgo de contagio por la COVID-19 y una amenaza para sus vidas y su continuidad como colectividades.

La extracción forestal altera las condiciones de vida de los Piaci de las siguientes formas:

  • Las actividades de tala requieren brigadas de más de 10 personas que al invadir el territorio de los Piaci provoca una mayor probabilidad de riesgos de contactos no deseados y el contagio de enfermedades letales.
  • La presencia de grupos extraños al interior de las reservas provoca en los Piaci huidas intempestivas, abandono de viviendas, alteración de sus rutas de desplazamiento y aprovechamiento de los productos del bosque, conflictos y enfrentamientos.
  • El ruido de motosierras y tractores, la presencia de personas extrañas, las actividades de caza y el uso de escopetas que acompañan la tala, ahuyenta a los animales del monte de los que se alimentan los pueblos en aislamiento.
  • Se genera una competencia entre los madereros y los pueblos en aislamiento por alimentos procedentes del bosque.
  • La ocupación, deforestación, degradación y contaminación del bosque y los ríos, como resultado de las actividades extractivas, significa la destrucción de las fuentes de subsistencia de los pueblos en aislamiento.

Si desea leer el informe completo elaborado por Servindi, haga click aquí.