El Ministerio de Economía puede terminar debilitando la lucha contra el lavado de activos del narcotráfico y dar un mala señal a los países cooperantes si es que se persiste en la absorción de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) a esa entidad, advirtió Edgard Reymundo, presidente de la Comisión de Fiscalización del Congreso.
El parlamentario recordó que la reforma del Estado no sólo es reducir el número de las instituciones, sino hacer que estas respondan a objetivos claros y concretos, como ocurre con la UIF y la labor específica que realiza.
El congresista consideró que frente a la creciente sofisticación con la que actúa el narcotráfico, que usa empresas, negocios y otras actividades de fachada para penetrar en la economía legal, se necesita tener una entidad especializada que la combata sin estar sujeta a los condicionamientos de otra institución.
Según cifras de la UIF, se estima que en el Perú se mueven unos dos mil millones de dólares provenientes del narcotráfico y otros delitos bajo la modalidad del lavado de activos.