El responsable de Sierra Exportadora, Alfonso Velásquez, aseguró que para lograr mejorar la productividad de los cultivos en el Valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE), es necesario que los pequeños agricultores busquen asociarse. El funcionario señaló que una de las estrategias debería estar orientada a fomentar la producción organizada a través de una marca propia del VRAE.
“Comercializar la marca será buscar integrar a los agricultores de un determinado producto. Vamos a diseñar programas y que estos motiven la asociatividad como un distintivo de la producción en el VRAE”, indicó.
En conversación con INFOREGION, Alfonso Velásquez sostuvo que el trabajo de Sierra Exportadora es articular las producciones presentes o futuras al mercado nacional e internacional, por lo que destacó la importancia de la organización de los productores agropecuarios y la importancia de fomentar la asistencia técnica para encontrar los canales de comercialización.
“Estamos diseñando una serie de productos que son factibles de promoverse en la zona. Se ha descuidado el barbasco, un producto de alta demanda y que hoy nuevamente los otros países quieren comprar. Para la zona de altura apostaremos por la producción de frambuesas, un fruto de gran demanda mundial por sus propiedades curativas y preventivas”, adelantó.
Instalarán oficina
El titular de Sierra Exportadora anunció próximamente la instalación de una oficina con la que propondrán la colocación de los productos locales a los mercados nacionales e internacionales, procurando el mejor precio en beneficio del agricultor, la que esté articulada con el sector turismo. “Es una zona con potenciales y con trabajo coordinado convertirla en un destino turístico importante para ello ya se anunció también la presencia de la MINCETUR para abrir los espacios turísticos”, añadió el funcionario.
Velásquez reconoció que el trabajo coordinado a nivel multisectorial y con apoyo de cooperación internacional podría hacer que el VRAE se convierta a una zona con potencial agrícola para el país y el mundo, tal como ocurre con la región San Martín.
“Hace pocos años San Martin era un destino grande de la inversión y comercialización de hoja de coca para la producción de droga, sin embargo hoy en esa región dicha actividad desapareció. Ello se logró con el desarrollo productivo, la asociatividad. La visión clara de los líderes políticos y los dirigentes en el VRAE debe ir bajo esa misma lógica de hacia dónde enrumbar el potencial productivo que tiene el VRAE, con su inmenso potencial amazónico – andino”, reconoció.
Velásquez sostuvo que la población de la zona apunta, de a poco, al desarrollo sostenible y rentable. “La población quiere apostar por la producción orgánica y que prefiere los cultivos lícitos, nuestra tarea como Estado es darle alternativas reales y contundentes, con mercados permanentes y seguros”, agregó.
El funcionario indicó que la formalización del agricultor de café con la conformación de una asociación y sumado al registro de sus tierras de producción orgánica, el productor podría aumentar el costo de sus productos. “Significa que el café, que hoy lo venden a 180 dólares el quintal, con un trabajo estructurado podrían comercializarse en 300 dólares”, finalizó.