El presidente del Fondo de Desarrollo Nacional de Educación Peruana, FONDEP, padre Ricardo Morales, sostuvo que, si bien en las últimas décadas ha habido avances importantes en la región, como el paso de una educación privilegiante y limitada a los sectores pudientes a una educación democrática y compartida, el problema ahora es que esta es de baja calidad.
Dijo – en diálogo con INFOREGIÓN – que por ello nuestro gran reto es buscar la forma en que se pueda asegurar que la educación que se imparte sea de calidad.
Morales Basadre recordó que desde que se inició en el mundo de la Educación, siguiendo órdenes de sus superiores jesuitas, siempre ha defendido el valor de la escuela.
“La escuela debe ser la unidad operativa y básica de un sistema educativo, pero desgraciadamente en nuestro país, y en la región, es la última rueda del carro, porque no tiene la autonomía necesaria y tampoco estimula a los educadores y padres de familia a innovar”, refirió.
“Educación para Todos”
El sacerdote jesuita recordó que el Perú es signatario del convenio “Educación para Todos”, EPT, el cual considera que al 2020 o al 2021, en el Perú no debe haber niños sin un acceso real a una educación de calidad, lo cual implica un conjunto de acciones y de estrategias, que coinciden con el proyecto educativo nacional, que aspira a una educación democrática, equitativa y de calidad.
“Eso requiere un periodo largo de educación, lo cual va a generar cambios en la política educativa del país, porque al proyectarse la educación al 2021, tenemos que pensar en dos o tres gobiernos secuenciales que van a tener que llevar adelante el proyecto y evitar estas rupturas que nos han hecho mucho daño”, enfatizó el educador.
Asimismo, agregó que a veces piensa que “la educación peruana y de otros países está capturada por la política, porque los tiempos de la política no coinciden con los tiempos de la educación, pues los de la primera son el corto plazo, el futuro inmediato, los dividendos políticos para quienes gobiernan, y la educación requiere una maduración lenta, progresiva, porque el niño que ingresó este año en inicial terminará dentro de 15 ó 18 años, pero eso no le agrada al político”.
En ese sentido, dijo que esa actitud política tiene que cambiar, dando paso, además, a un pluralismo político coincidente en temas tan vitales como la educación y la salud.
“Uno debe olvidarse de pleitos y dar el ejemplo al país, que no importa el partido del que seamos, tenemos puntos fijos que el país va a tener que llevar adelante de todas maneras, seamos gobierno o no. Creo que por ahí va también una maduración política que es necesaria para el campo de la educación”, puntualizó.
Finalmente, mostró su esperanza en que el Acuerdo Nacional, en el cual participó, retome el buen camino por el que iba, agrupando a políticos y sociedad civil, cuya finalidad es asegurar políticas de estado, que es lo que necesitamos en el país.