Pescadores artesanales exigen al Estado no abandonar cuencas contaminadas

TUMBES. Hoy, 14 de marzo, es el Día Mundial de Acción en Defensa de los Ríos, una fecha en la que miles de personas en el mundo alzan su voz en defensa de estos ecosistemas y exigen mejoras en las políticas a nivel internacional para fomentar prácticas responsables por parte del sector privado y estatal, con el propósito de reducir las amenazas que atentan contra la conservación de las cuencas hidrográficas.

Entre ellas, la Cuenca del Amazonas, la más grande del mundo, con un área de aproximadamente 7 millones 50 000 kilómetros cuadrados, donde se encuentra una importante diversidad de flora y fauna del planeta. En el país, la Autoridad Nacional del Agua (ANA) advierte que existe, en todo el territorio nacional, más de 100 ríos contaminados con coliformes fecales y metales pesados, en los cuales se han identificado distintas fuentes de contaminación que van desde residuos sólidos, vertimiento de aguas residuales domésticas y municipales, hasta pasivos ambientales mineros conocido por sus siglas como PAM. 

Hoy en día, esta última constituye un grave riesgo para los ecosistemas, entre ellos los ríos, debido a las instalaciones, efluentes, emisiones y residuos que dejan las operaciones mineras en estado de abandono. Según la última actualización del Inventario Inicial de Pasivos Ambientales Mineros (PAM), Perú registra 6.903 PAM, de los cuales solo 3.138 se encuentran controlados. 

Guillermo Panta, pescador artesanal de menor escala del distrito de Zorritos, ubicado en la provincia de Contralmirante Villar, región Tumbes, conversó con Inforegión sobre la situación actual del río Puyango-Tumbes, con una superficie total de 4850 km2, de los cuales 1806 km2 pertenecen al país. Pues, este está conformado por numerosas quebradas que discurren principalmente desde la Cordillera de Chilla y Cerro Negro, en Ecuador.

El dirigente alerta que, desde hace años, este viene siendo explotado sin control por la minería y denuncia que el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (Oefa), organismo del Ministerio del Ambiente, no realiza visitas a la zona afectada, donde la Dirección Regional de Salud de Tumbes ha detectado concentraciones de plomo y arsénico en el agua.  

Guillermo Panta, pescador artesanal de Zorritos, alerta la ausencia de fiscalización ambiental permanente en el río Puyango-Tumbes. Foto: Prensa Minera

Sin embargo, Oefa parece apuntar a otras fuentes de contaminación, puesto que según un informe publicado en 2021 por la oficina desconcentrada (Odes) de Tumbes del Oefa, esta problemática ambiental se centraría más bien en el vertimiento de aguas residuales domésticas y el inadecuado manejo de residuos sólidos, por parte de la gestión municipal de la provincia de Tumbes, que ha afectado en gran medidas a los centros poblados tumbesinos, como Andrés Araujo Morán. 

No obstante, pese a que en el mismo análisis, el organismo público especializado en fiscalización ambiental asegura que esta problemática ha sido atendida, Panta argumenta que la zona se encuentra en completo estado de abandono y que la falta de una vigilancia permanente en cuanto a las actividades mineras de mediana y alta escala está ocasionando la reducción del desarrollo poblacional de especies pesqueras, situación que equivale a un impacto directo contra su principal actividad económica. 

“La minería está afectando la pesca desde hace años. Nadie defiende, nadie dice nada, en Tumbes casi nada se hace, no nos hacen caso. Las mineras botan al mar y los ríos elementos químicos y la contaminación está produciendo escasez de pescado, porque el río trae contaminación , expresa con preocupación Panta. 

Pescadores artesanales de la zona denuncian que contaminación minera está provocando escasez pesquera. Foto: Hechicera – El Diario de Tumbes

A lo largo del tiempo, la Asociación de Armadores y Pescadores de menor escala artesanal de consumo humano directo de Zorritos ha establecido medidas de lucha contra las incontables empresas mineras a mediana escala ecuatorianas y peruanas, incluyendo los grupos dedicados a la minería ilegal. 

Actualmente, esta situación persiste sin llegar a acuerdos concretos para asegurar el bienestar y seguridad de los habitantes de la zona, colocando en posición vulnerable a quienes alzan su voz en defensa del río Puyango-Tumbes, ya que dirigentes como Panta, han recibido más de una vez ataques directos hacia su integridad y la de su familia por parte de grupos ilegales. “Nuestras embarcaciones están extorsionadas, prácticamente nos hacen pagar cupo, tiene que investigarse, a mí ya me balearon mi casa una vez”, relata. 

Finalmente, el pescador artesanal de Zorritos hizo un llamado al Estado para atender a la población asentada al pie de la cuenca y alrededores, que se encuentra en alto riesgo por la creciente amenaza en términos ambientales, económicos y de salud humana. 

“Cuando nosotros salimos en defensa de nuestro territorio y actividades nos ponemos en riesgo, las empresas petroleras dañan nuestras embarcaciones y el Estado nos mantiene en estado de abandono. Hay un riesgo constante, pero nosotros no vamos a dejar entrar a las petroleras”, concluyó.