El ministro del Ambiente, Antonio Brack Egg, destacó que el Perú puede convertirse en potencia mundial de productos agrícolas orgánicos basado en su gran biodiversidad y sin necesidad de recurrir a semillas transgénicas.
Refirió que nuestro país tiene más de 55 mil agricultores con certificación orgánica y en asociación con la agricultura moderna se han convertido en líderes en los mercados mundiales en numerosos productos, sin necesidad de utilizar semillas transgénicas.
Manifestó que sólo la certificadora alemana, Naturland, tiene certificados a 19 mil agricultores peruanos que pueden exportar sus productos a Europa sin problemas.
“Los recursos nativos están ingresando en forma competitiva en los mercados mundiales y el 50 por ciento de nuestras exportaciones agrícolas son orgánicos y de alta calidad, como la producida por la agricultura moderna, y están ubicadas en Ica, Lambayeque, Chavimochic y ahora Piura”, indicó a la estatal agencia Andina.
Dijo que no solo se debe debatir sobre la conveniencia o peligrosidad de sembrar transgénicos en el país, sino sobre la gama genética de los productos nativos y su ingreso a los mercados mundiales que generan miles de puestos de trabajo.
“Somos líderes en exportación en banano orgánico, en cacao de primera calidad, maíz blanco del Urubamba, maíz morado, paltas, entre otras. Ahí tenemos que concentrar nuestros esfuerzos”, remarcó.
Tras asegurar que está en contra de la biotecnología moderna, consideró que los avances se deben lograr en base a los productos nativos y no de los transgénicos que podrían contaminar las 55 variedades de maíz, el algodón o cualquier otro producto nativo peruano.
“Es una responsabilidad histórica mantener y defender la gama de productos nativos. Además, lo transgénico y lo orgánico no van juntos, porque lo orgánico no permiten a lo transgénico” manifestó.
El titular del sector Ambiente ofreció estos alcances tras concurrir a la inauguración de una reunión preparatoria de seguimiento a las negociaciones del Protocolo de Cartagena en Bioseguridad, que se desarrolló con la presencia de 13 países.
Al respecto, señaló que la reunión, organizada por el Instituto Interamericano de Ciencias Agrícolas, es importante como discusión previa al foro que se celebrará en Nagoya, Japón donde se tomarán decisiones sobre la responsabilidad y compensaciones sobre los daños que podrían causar los transgénicos.
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