En los próximos seis años el Perú podría liderar la producción y exportación mundial de cafés especiales (orgánico, de comercio justo, entre otros sellos) si el Estado en conjunto y el empresariado local adoptan las medidas necesarias para promover su cultivo y consumo a nivel nacional e internacional, manifestó el presidente de la Asociación de Exportadores (ADEX), Juan Varilias Velásquez.
Varilias Velásquez, detalló que la exportación de cafés especiales representa el 25% del total de los envíos de este grano (US$ 1,560 millones en el 2011). “De este 25%, el 80% corresponde a café orgánico y el 20% a comercio justo, eco amigables, entre otros. Sin duda hay un gran potencial para este producto que podría ayudar al país a lograr un mayor desarrollo económico y social”, refirió.
Precisó que actualmente Perú es el tercer productor de cafés especiales a nivel mundial, luego de Colombia y Guatemala. De allí la importancia de apostar por su mayor producción y promoción en mercados importantes como Japón, Corea, y China.
Al respecto, Félix Marin, presidente de la Cooperativa Café Hemalu de los Bosques del Inka – Coopchebi (una de las principales exportadoras de cafés finos y especiales) comentó que debido a los cambios en el patrón de consumo de las personas en el mundo, en un futuro, el mercado será de las empresas que ofrezcan café especial de calidad.
Refirió que el plan debe incluir la construcción de vías de comunicación, el fortalecimiento de la asociatividad, censo cafetalero, diversificación de mercados que valoren nuestra calidad, promoción del consumo interno, tal como lo hacen los productores de pisco.
Impacto social
Según Varilias, el cultivo de cafés especiales contribuye a solucionar problemas de extrema pobreza en zonas alejadas del país, por lo que incrementar su producción aportaría al objetivo de acortar la brecha de desigualdad y generar mayor inclusión social.
Por su parte, Marín aseguró que cada vez más los productores de hoja de coca están apostando por el cultivo de café al ver que los ingresos son atractivos si se cumplen con ciertos estándares.
“Por ejemplo, solo por producir café orgánico el comprador puede pagar US$ 30 más sobre el precio promedio por quintal. Además, debido a que existe pequeña caficultura, hay oportunidades de comercio justo con lo cual el productor recibe US$ 20 más. Asimismo, por la calidad del café el comprador puede pagar entre US$ 20 y US$ 100 adicionales”, expresó.
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