El hallazgo de una bolsa celeste durante las exhumaciones realizadas en el Cementerio General de Huanta, en donde se encontrarían al menos 50 personas presuntamente asesinadas por agentes de la Marina de Guerra hace 25 años, sorprendió a autoridades y familiares presentes en esa diligencia, quienes tienen grandes esperanzas de encontrar los restos de sus seres queridos.
También fueron apareciendo pequeñas osamentas durante la excavación, las mismas que fueron recogidas por peritos del Equipo Especializado Forense de Ayacucho del Instituto de Medicina Legal (EFEA-IML) para su posterior análisis.
Asimismo, se amplió la zona de excavación, debido a que nuevas pistas indicarían que habría restos en mayores espacios de terreno.
Entretanto, dos biólogos autorizados por las autoridades judiciales extraen muestra de sangre y saliva a los familiares para luego compararlas con las muestras de ADN extraídas de los restos.
El hijo de Jaime Ayala
Uno de los deudos que pasó por la toma de muestras de ADN fue Boris Ayala Pallqui, hijo del periodista Jaime Ayala Sulca, corresponsal del diario La República, desaparecido el 2 de agosto de 1984, luego de ingresar al Estadio Municipal de Huanta, controlado por la Marina de Guerra del Perú, institución que ejercía el control político militar en Huanta.
Se cree que además de Ayala Sulca, estarían en la fosa común los restos de los pobladores Cirilo Barboza Sánchez, Alejandro Gutiérrez Taype, Graciela López Medina, Santiago Loayza Cahuana, junto a 43 comuneros de Culluchaca, seis campesinos de la comunidad de Uyuviri, entre otros desaparecidos, sostuvo Karim Ninaquispe, representante legal de la Asociación para el Desarrollo Humano Runamasinchiqpaq-ADEHR, entidad que patrocina a más del 90 por ciento de los familiares de las víctimas.
La abogada subrayó que la exhumación durará hasta el próximo 23 de marzo y que «marcará el inicio de una nueva historia para toda la ciudad de Huanta, porque los familiares de las víctimas podrán rendirles sepultura para dejarlos descansar en paz».