Un grupo de niños de entre 8 y 13 años de edad se dedican diariamente a escoger vidrio y metales entre los desechos de la ciudad arrojados en el sector de la Muyuna. Los menores forman parte de las quince familias dedicadas al reciclaje de la basura, que en promedio les deja una utilidad de 7 soles al día.
Esta triste realidad tiene un ingrediente aún más penoso: los pequeños recicladores denunciaron ser víctimas de persecución y agresiones de parte de algunos malos trabajadores de limpieza de la municipalidad, que se aprovechan de lo más valioso, como son cartones, plásticos y madera.
Ni el fiscal de Familia, ni las demás autoridades, menos aún las organizaciones vinculadas al apoyo social, se han hecho presente en la zona, donde también podría darse la figura de explotación de menores.