El Programa de Desarrollo Alternativo (PDA) de USAID presentará este martes el libro “Crónicas de un cambio. De la coca ilegal al desarrollo”. La publicación se basa en la experiencia de 28 agricultores de Tocache, en San Martín, que decidieron cambiar el cultivo de la hoja de coca por productos alternativos para elevar su nivel de vida.
Juan José Vega, director de Comunicaciones del PDA, afirma que este libro es un reflejo de lo que pasa en diferentes zonas donde estuvo presente la coca y ahora se trabajan nuevas alternativas. “Hace veinte años, en San Martín podríamos haber hablado de 30 mil hectáreas de coca, pero ahora habría menos de 500 hectáreas”.
El modelo se está replicando en mil familias de Ucayali. Para aplicarlo se debe considerar la actitud de cambio de las personas. “La gente decide esto porque quiere encontrar una paz en su vida y el progreso. Hoy, el cacao es un producto con demanda en el mercado internacional donde está bien cotizado.
El libro se presentará a las 7 de la noche, en la Casa Taller Delfín, en Barranco. Además de las autoridades de USAID y DEVIDA, quien apoyó en la publicación, asistirán algunos agricultores, cuyas experiencias se encuentran en el libro.
Testimonio de cambio
Uno de los testimonios más emblemáticos que figuran en el libro es el de la agricultora y enfermera Diosdada Bermejo, quien viajó a Tocache huyendo de su natal Piura por una decepción amorosa.
Trabajó en una farmacia y como había estudiado enfermería, realizaba suturas. Comenta que mientras no había problemas violentos, se trabajaba normal, pero en 1986 llegó el terrorismo. El Ejército se llevaba a la gente inocente y culpable, a todos se llevaban. Duró hasta 1992.
“Fui una mujer torturada por las Fuerzas Armadas y no tengo miedo de decirlo. Formo parte del grupo de las víctimas de la violencia. Algún día seremos reconocidos, pero me siento orgullosa, aunque perdí mis terrenos por ese temor. Cuando me cogieron me dijeron que tenía que irme y salí con un solo zapato. Perdí mis tierras, perdí todo”.
En 1997 regresó a Tocache. Volvió a comprar tierras y a sembrar coca, pero le erradicaron en dos ocasiones. “Una amiga que estaba en el PDA me dijo que le acompañe en las charlas de concientización. Fui y le di las gracias. Ahora tengo tres hectáreas de cacao y platano. Es rentable y no tienes que estar corriendo”.
Agrega que cuando alguien siembra coca debe estar a la expectativa de que le puedan tocar la puerta en la noche, sacarlos de su casa y pedirles cupos. Ahora vive más tranquila y feliz. “A veces pensamos que la coca nos da más dinero, pero nos da problemas. Ahora en Santa Rosa de Mishollo están tomando la batuta de sembrar productos alternativos”.
Sin embargo, aún falta apoyar en la renovación de la tierra, porque la coca malogra la tierra. El problema es quemarla porque todos los nutrientes que tiene, mueren con el fuego. “Con el PDA estamos aprendiendo a trabajar la tierra. Ahora vendo mi cacao a las tiendas y a las cooperativas” sostiene.