En diferentes partes del país las noticias son desoladoras. Hasta en la árida Arequipa, lluvias torrenciales causan problemas serios a la población. El cambio climático llegó.
Sandro Chávez Vásquez, decano nacional del Colegio de Biólogos del Perú, afirma que según el IPCC (Intergovernmental Panel on Climate Change), los gases de efecto invernadero siguieron creciendo entre el 2000 y 2010 de forma más rápida, en velocidad y cantidad, que en las tres décadas pasadas.
“La media de crecimiento pasó de 1.3% a 2.2 % por año. Esto significa que el clima ya ha cambiado junto a sus manifestaciones, como las lluvias y sequias”, afirma, tras resaltar que el Perú es uno de los países más vulnerables, que según el Ministerio del Ambiente (Minam) ya vive las consecuencias de todo esto.
“Últimamente tenemos enfermedades como la roya en el café que aparecen con fuerza en selva central afectando los cultivos; igualmente, las lluvias en este año son muy intensas destruyendo campos productivos”, destaca también Coordinador del Foro Ecológico del Perú.
A pesar de todo, aún no es tarde para cambiar. Lo primero que se debe hacer poner en marcha estrategias para la adaptación y mitigación del cambio climático a todo nivel: nacional, regional y local, a fin de que los ciudadanos sepan qué hacer para soportar estos cambios en curso.
“Hay mucha demora y menos financiamiento. Falta investigación más fina y detallada de lo que ocurrirá con los ecosistemas y como se afectara los cultivos, cómo asumir la falta de agua en algunos lados y cómo manejar la enorme cantidad que aparecerá en otros. Las ciudades no están preparadas para lo que se viene.
EN VEREMOS
En las altas esferas sí hay conocimiento de la situación, es más, existe un borrador de la Estrategia Nacional Frente al Cambio Climático, pero aún no está aprobada y menos financiada. A nivel regional hay avances, pero muy pocos se ha hecho en trazar estrategias o políticas sobre ello. A nivel local es peor.
“Nuestros profesionales recién están entrando al tema y falta mucha investigación. Sin conocimiento no hay forma de afrontar con seriedad este fenómeno que ya está en marcha. Necesitamos urgentemente convertir en una política de primer orden la implementación de la estrategia nacional”, aconseja el biólogo.
La COP 20 -realizada en Lima a finales del año pasado- ha revelado que aún no hay voluntad política de resolver el tema de la reducción de emisiones en el corto plazo, y el tiempo, como dice Rajendra Pachauri, presidente del IPCC, ya nos queda corto.
El desafío es reducir los gases entre un 40% y 70% para el año 2050 y eliminarse casi en su totalidad para el 2100, con el objetivo de evitar que la temperatura global se eleve en 2 grados. Imaginemos: si la Tierra se calienta 1.5 grados más, los ecosistemas se verán afectados seriamente. Pero si se alcanza los 2 grados el daño será prácticamente irreversible y un problema muy serio para la vida en el planeta.
BITÁCORA
Prevenir y reducir el riesgo de desastres es invertir en el desarrollo, por ello, estar preparados con los recursos necesarios para atender las emergencias, permite que la población y su autoridad puedan enfrentar con éxito los fenómenos naturales, destacó la presidenta del Consejo de Ministros, Ana Jara Velásquez, al anunciar la próxima aprobación de la estrategia de implementación del Plan Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (PLANAGERD).
Ello implica el compromiso de ejecutar presupuestos, que antes no se tenían, de manera responsable y sostenida, respetando la calidad del gasto para este tema de vital importancia para la seguridad y el desarrollo, remarcó la ministra.
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