Pasajeros varados en Aguaytía reclaman inmediato desbloqueo de carretera tomada por cocaleros

Un grupo numeroso grupo de pasajeros que se encuentran varados desde ayer en Aguaytía a causa del bloqueo de la carretera Federico Basadre por parte de cocaleros  en huelga, reclamaron  a las autoridades policiales que procedan a reabrir el pase para continuar con su viaje.

En la zona, decenas de ómnibus, camiones de carga pesada y automóviles forman largas filas en ambos sentidos de la vía a la espera de la orden de la policía para proseguir con el viaje.

Los dirigentes cocaleros que acatan un paro preventivo de 48 horas en protesta por la erradicación de los cultivos ilegales de coca anunciaron que la medida sería pacífica, sin embargo desde ayer han bloqueado varios tramos de la carretera Federico Basadre, en los  sectores de La Punta y Huipoca.

Indignación de pasajeros

Esta grave situación ha generado indignación de parte de los pasajeros que pasan difíciles momentos por culpa de los cocaleros radicales, debido a que ya se encuentran en el lugar  más de 40 horas sin poder continuar con su viaje para llegar a sus destinos.

Una madre de familia con lágrimas en los ojos y con un bebé de 8 meses de edad en los brazos imploró a las autoridades que restablezcan de inmediato el orden y el tránsito por la carretera Federico Basadre, pues señaló que ya no tenía dinero para alimentar a su pequeño hijo.

Trascendió que para el día de hoy la policía iba a proceder al desbloqueo de la vía, pero todo iba a depender de los refuerzos que tenían que llegar de Tingo María y Pucallpa.

Piquetes de huelguistas amenazan a comerciantes

Mientras esto sucedía en la carretera, ayer en Aguaytía un piquete de cocaleros ingresó a la ciudad y al constatar la normalidad de los servicios, actividades  y atención al público, se dedicaron a amenazar a los comerciantes con saquear sus locales si no los cerraban en el acto.

Pero esta vez la violencia de los cocaleros ya no funcionó pues los comerciantes hicieron caso omiso de las amenazas y prosiguieron con sus actividades, al igual que los transportistas que en ningún momento acataron la paralización de los cocaleros.