Los pasajeros que hacen uso del servicio fluvial para viajar hacia Iquitos y diversos poblados en ese recorrido protestaron por la forma en que son tratados por los dueños de los mismos.
Aseguran que los dueños de las embarcaciones les dan malos tratos desde que se embarcan en las lanchas, y llenan de carga hasta el máximo tope, violando toda norma de seguridad. Pese a ello las autoridades de la capitanía de puerto les dan la orden de zarpe sin la inspección necesaria a la embarcación.
Si viaja con dos hijos pequeños al momento de la comida solo le dan al adulto, más no de los pequeños, dijo Walter Imana Cerrón, frecuente viajera hacia el Bajo Ucayali. Los servicios higiénicos también dejan mucho que desear, puesto que no son limpiados periódicamente. En ese sentido, solicitó la inmediata intervención de las autoridades competentes para que no continúe el malestar de los usuarios.