Paros cocaleros son excelente negocio para dirigentes con aspiraciones políticas

Los paros, bloqueos, marchas y demás medidas de fuerza como las organizadas recientemente por un grupo de dirigentes cocaleros de Padre Abad, en la región Ucayali, resultan siendo un excelente negocio para sus aspiraciones políticas, expresó el abogado Rubén Vargas Céspedes, analista en temas de narcotráfico, poniendo como ejemplo al cocalero-candidato edil Flavio Sánchez.

«Para los dirigentes cocaleros que son candidatos es un excelente negocio en tiempos electorales, en términos políticos, les convendría que las medidas de fuerza polaricen a la población y que incluso ocurra un enfrentamiento con costos sociales», afirmó el analista en el programa Diálogo Ciudadano de INFOREGION.

Pero el segundo gran beneficiado sin duda es el narcotráfico pues desde que se inició la erradicación de cocales ilegales la Policía Nacional ha encontrado y destruido más de 30 laboratorios de procesamiento de pasta básica de cocaína en Aguaytía, también destacó.

Esta destrucción y la amenaza de seguir con este trabajo antidrogas en el marco de la ley hace que el narcotráfico reaccione y mueva a personales útiles a sus intereses, que les sirvan para responder ante la acción de las autoridades.

Los procuradores del sector Interior tienen que prestar atención a los financistas de las medidas radicales, que con frecuencia son los mismos alcaldes de la zona que brindan apoyo logístico con alimentos y movilidad a más de tres mil personas.

«Eso cuesta y no solo lo paga el narcotráfico pues la misma población ha dado pistas al respecto. «Si están tomando fondos del municipio es un delito que debe investigarse», afirmó Vargas.

Frente a esto, el Estado no puede claudicar y más bien tiene que reforzar el avance de los cultivos alternativos, que ya han probado largamente su éxito y posibilidades para los ex cocaleros, como ocurre en la región San Martín, donde crecen los cultivos de cacao, café y palma aceitera.

«En Aguaytía hay más de 20 mil plantas de palma aceitera y dos plantas de procesamiento administradas por ex cocaleros, que son exitosas pero no se les conoce mucho. Esto significa que sí se puede desarrollar una actividad lícita, pero obviamente el narcotráfico no se queda con los brazos cruzados y por eso bloquea carreteras», resumió.