La ciudadanía, en su mayoría, no acató el paro programado por el Frente de Defensa del Pueblo de Huanta, reflejándose el rechazo a la medida en la gran cantidad de mototaxistas que operaron como un día normal, mientras que el mercado de abastos atendió a puertas abiertas.
Un grupo reducido de campesinos se movilizó por las calles, bajo la atenta mirada de un destacamento policial, pasando delante de algunos centros comerciales que en prevención a actos de violencia cerraron por un momento sus puertas.
En tanto, el Gobernador de la provincia de Huanta, Eric Vladimnir Montero, indicó que la medida de fuerza es ilegal, pues la solicitud de permiso para realizar las marchas y movilizaciones llegó a su despacho pasada las 5 de la tarde del último martes, cuando todo el mundo sabe que debería haberse entregado con 48 horas de anticipación.
Agregó que en anteriores movilizaciones tampoco se dieron las condiciones para una marcha pacífica y que más bien se desataron actos de violencia contra la propiedad pública y privada, así como numerosos heridos por los actos vandálicos.