El paro cocalero realizado por los agricultores ilegales que le venden su producto al narcotráfico, fue un fracaso porque la población ya esta harta de estas personas que bloquean las carretera y producen enormes perjuicios a la población, como la toma de la planta termoeléctrica de Aguaytia que dejó sin energía eléctrica a la población, señaló el analista político Fernando Rospigliosi, en diálogo con el programa Diálogo Ciudadano de INFOREGIÓN.
“Es el colmo la toma de la planta termoeléctrica de Aguaytia y es de esperar que tanto la Fiscalía como el Poder Judicial actúen con severidad, esto no se puede permitir” advirtió.
Dijo además que el gobierno debe tener una política de estado y mantener con firmeza la erradicación de la hoja de coca ilegal y su reemplazo con programas de desarrollo alternativo que tan buenos resultados ha dado en la región San Martin cuyos agricultores ahora producen un excelente cacao y café de calidad de exportación.
Manifestó además que la situación de los cocaleros es cada vez más precaria porque la gente ya no cree que son pobres campesinos que no tienen otra posibilidad de vida.
Racalcó que el rechazo a las acciones violentas de los cocaleros ilegales y el rechazo a las drogas que tanto daño y corrupción han causado, ha aislado y debilitado a los cocaleros ilegales que ahora tienen el rechazo generalizado en todo el país y en los lugares donde ellos actúan.
Rospigliosi recordó que en Aguaytia se ha producido el mayor crecimiento de sembríos ilegales de coca, más del 70 por ciento en el último periodo, por lo que es indispensable que se siga erradicando la coca ilegal e impedir el negocio de venderle la coca al narcotráfico.
«Se tiene que actuar con más energía y el gobierno tiene que poner más recursos en la lucha contra la coca ilegal y contra el narcotráfico, así como para el desarrollo de los programas alternativos» señaló