Parado junto al enemigo

Ayer el ministro del Interior, Wilfredo Pedraza Sierra, arribó a nuestra ciudad para reunirse con las autoridades de la región Ayacucho y entre sus declaraciones se destacó la acción del gobierno de Ollanta Humala está en proceso de combate al neosenderismo, representado por el Movadef, y que tiene una estrategia para cortarle el camino de retorno a la violencia y para enfrentarlo como corresponde. Estas palabras muestran la tolerancia cero que le está dando el gobierno a los movimientos filosenderistas que validan el denominado “Pensamiento Gonzalo”, con la que se está dando un mensaje a la Nación y fijando una posición clara de buscar erradicar a estos movimientos que en ninguno de sus planteamientos ideológicos considera los valores democráticos.

Es paradójico que el ministro del Interior hable de que se va a combatir el senderismo de antes y el neosenderismo (“el Movadef es Sendero y así lo vamos a combatir… sabemos dónde está el Movadef, sabemos quiénes son y sabemos qué hacen”), mientras que a su costado se halla el presidente regional de Ayacucho, Wilfredo Oscorima, que un día antes nomás, en la reunión de su movimiento político regional, invitaba a unirse a su causa a los terroristas, que en su parcela partidaria no había distinción de ningún tipo. Nadie logra entender cómo el presidente regional tras sus frases desatinadas de invitación a  los “terroristas”  a su movimiento, tuvo la moral de pararse junto a un ministro que habla muy fuerte en contra de los senderistas. Qué dirá el ministro cuando se entere que en su visita a Ayacucho se reunió con personajes que toleran a los senderistas y le abren espacio político desde sus movimientos regionales.

Mientras los esfuerzos de rechazo al Movadef vienen desde diversos sectores,  como es el caso de estudiantes de las universidades que con su convocatoria a una movilización expresan su oposición a grupos nada democráticos, o de los afectados por la violencia política y de otros sectores sociales que hasta la actualidad viven con las secuelas de la violencia que generó Sendero Luminoso; hay autoridades como Wilfredo Oscorima, elegidas democráticamente, que petardean estas iniciativas otorgando espacios a los miembros de grupos filosenderistas.

Para muchos ciudadanos estas declaraciones del presidente regional quizá parecerán nada trascendentes y hasta podrían criticar la importancia que le están dando ciertos medios de comunicación al reproducirlos; lo cierto es que hay que tener cautela con estas frases como la de Wilfredo Oscorima, que al invitar a los terroristas que se unan a su movimiento demuestra excesiva tolerancia con quienes en el año 1980 empezaron una oleada de violencia, declarándole la guerra al Estado peruano. Al parecer Oscorima, como sucedería en cualquier hombre dedicado al negocio de casinos, no conoce nada de historia y por ello no sólo tolera al terrorismo sino con estas posiciones muestra una vez más que no tiene la talla para ser un representante político de una región como Ayacucho.