Para respirar un ambiente sano

El pasado viernes 10 de agosto se celebró el Día Interamericano de la Calidad del Aire, fecha que nos permite reflexionar sobre los terribles efectos de la contaminación en nuestro planeta y el camino por recorrer para mejorar la calidad del aire.

La contaminación del aire es un problema que nos afecta a todos y todas, pero tiene especial incidencia en las poblaciones más vulnerables ─como son las madres gestantes, los niños, los ancianos, los enfermos crónicos y las personas de menores recursos─; en particular, de aquellas que habitan en las grandes ciudades.

Al respecto, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, cada año se producen más de 2 millones de muertes prematuras atribuibles a los efectos de la contaminación atmosférica urbana y de la contaminación del aire de interiores (causada por la utilización de combustibles sólidos). Así, más de la mitad de las personas afectadas pertenecen a los países en desarrollo. Por ello, corresponde al Estado peruano adoptar una serie de medidas destinadas a mejorar la calidad del aire.

En nuestro país, se han dado pasos importantes para tal fin, tales como las medidas destinadas a la reducción del contenido del azufre en el diésel, la implementación del bono del chatarreo y la exigibilidad de las revisiones técnicas. No obstante, aún se requiere avanzar en la exigibilidad del límite de 50 ppm de azufre en el diésel en gran parte el país, la generación de incentivos para el uso de combustibles limpios, un mayor impulso del uso de energías menos contaminantes, así como la renovación del parque automotor y solucionar el problema de la sobreoferta y congestión del transporte público.

Del mismo modo, resulta necesario que todos y todas podamos contribuir con el cuidado del medio en que vivimos; por ejemplo, evaluando nuestros hábitos de transporte y utilizando eficientemente la energía eléctrica y el gas.

En este contexto, la Defensoría del Pueblo hace un llamado a las autoridades, empresas, organizaciones y a la población en general para que contribuyan a consolidar la disminución de este tipo de contaminación; tomando en cuenta que un aire limpio es condición esencial para el goce efectivo del derecho a la vida, la salud y a un ambiente equilibrado y adecuado al desarrollo de las personas.

Lissette Vásquez Noblecilla, Adjuntía del Medio Ambiente, Servicios Públicos y Pueblos Indígenas