La Covid-19 ha golpeado gravemente a las comunidades indígenas de la provincia de Condorcanqui, en la región Amazonas, en medio de problemas crónicos de salud ya existentes, como la anemia y la desnutrición infantil (DCI). Según el informe “Balance General de los Servicios de Salud del Estado en el territorio de los pueblos indígenas awajún y wampis en el marco de la pandemia Covid-19”, del sociólogo y especialista en Interculturalidad y Pueblos Indígenas Amazónicos, Rafael Molina Palacios, la crisis sanitaria complicó la atención médica en esta zona.
El estudio revela una significativa diferencia en el número de niños menores de 5 años evaluados por desnutrición infantil y anemia. De acuerdo al informe, en el 2019 se evaluaron 6,305 niños por DCI en Nieva, mientras que en el año 2020 este número disminuyó a 4,109. Similarmente, el número de evaluados en el año 2019 en los distritos de El Cenepa y Río Santiago fue de 2,973 y 3,630 respectivamente, mientras que en el año 2020 los evaluados descendieron a 1,555 y 2,223 respectivamente.
Respecto a los casos reportados de DCI, si se comparan los años 2019 y 2020, la DCI en el distrito de Nieva aumentó de 36.4% a 38.3%; en El Cenepa la variación fue de 40.4% a 45.7%; mientras que en Río Santiago la DCI subió de 39.8% a 44.3%.
La pandemia sí habría tenido algún efecto sobre el número de niños que accedieron a los establecimientos de salud, que a diferencia de las grandes ciudades que cerraron temporalmente, en la provincia de Condorcanqui nunca se ordenó el cierre de los establecimientos.
Respecto a la anemia, en el 2018 el porcentaje en niños menores de 5 años era de 24.7%, subiendo a 26.4% en el 2019. Sin embargo, en 2020 el porcentaje de anemia tuvo un aumento significativo hasta llegar al 47.4%. Uno de los numerosos factores sobre este aumento, es el número de recursos humanos disponibles en cada distrito.
El estudio también resalta que en el año 2019 el número de niños menores de 5 años evaluados para la anemia en el distrito de Nieva fue de 2,424, mientras que en el año 2020 este número disminuyó a 672. Similarmente, en el año 2019 el número de niños evaluados en los distritos de El Cenepa y Río Santiago fue de 1,339 y 1,591 respectivamente, mientras que en el año 2020 el número de evaluados en los dos distritos cayó a 462 y 578 respectivamente.
Estas diferencias en los indicadores de anemia también serían en parte una consecuencia de la pandemia de la COVID-19. Lo cual no significa que los casos de anemia y DCI se redujeron, sino que debido a la falta de atención y la crisis sanitaria, muchos niños dejaron de acudir a los centros de salud para ser evaluados.
Brecha de recursos humanos
Cuando la pandemia empezó, varios profesionales de la Red de Salud Condorcanqui, sobre todo médicos y licenciados en enfermería, migraron a otras zonas de trabajo por sueldos más atractivos (ofrecidos en áreas COVID) en zonas de fácil acceso, ampliando más la brecha de recursos humanos de salud en la zona.
“Como podemos observar, el número de personal médico y licenciado en enfermería disminuyó en abril del 2021 en comparación al mismo mes del año 2020. De esta forma, el número de médicos cayó de 21 a 17, mientras que el número de licenciados en enfermería se redujo de 59 a 51. Sin embargo, vemos que el número de personal técnico en enfermería aumentó significativamente, de 124 en abril del 2020 a 183 en abril del 2021”, señala el estudio.
También los factores contextuales que desincentiva la llegada y permanencia de profesionales de salud en la provincia de Condorcanqui: la geografía accidentada, la idiosincrasia de la población nativa hace difícil la comunicación, incluso con intérpretes indígenas y la carencia de servicios básicos en la provincia.
Otro punto clave es que la mayor parte del personal de salud nativo awajún y wampis sólo alcanza el grado de técnico en enfermería; aun así es esencial porque también atiende como intérprete en la comunicación entre médicos o licenciados y los pacientes indígenas.
“Con respecto a otros profesionales de la salud nativos, en toda la provincia sólo encontramos a 01 médico nativo (awajún) y 05 licenciados en enfermería nativos (04 awajún y 01 wampis)”, detalla el estudio.
Dado que desde el Estado no existe un programa de formación de recursos humanos nativos en ciencias de la salud. Sin recursos humanos propios, resulta complejo que la población indígena awajún y wampis pueda resolver sus grandes problemas de salud.
Entre las recomendaciones que da el especialista Rafael Molina en el informe, para mejorar los servicios de salud del Estado en la provincia de Condorcanqui, señala que se puede ofrecer mejores incentivos para que más personal de salud llegue a trabajar a la provincia y se mantenga un tiempo significativo. Fortalecer a los agentes comunitarios que también facilitan la comunicación del personal de salud en las comunidades y también un trabajo articulado entre el Ministerio de Salud, el Ministerio de Cultura y el Ministerio de Educación.
Fuente: Vigilante Amazónico