Francisco Cavero, conocido por todo el mundo como «Pancho» es médico veterinario desde hace más de 20 años. Su pasión por esta especialidad la descubrió gracias a su padre. Pancho estudió en la Universidad Mayor de San Marcos, pero comenta que las principales enseñanzas vinieron de su padre. «Siento que soy embajador de su escuela, todo lo que he logrado es por él», señala.
Hoy, en el Día del Médico Veterinario, Cavero recuerda no solo cómo admiraba a su padre por ejercer esta profesión, sino que también resalta la gran responsabilidad que conlleva. «Creo que mi superpoder es ser veterinario. Fue bonito cuando era niño y ahora lo es más. Yo veía a mi papá cómo salvaba vidas y lo admiraba. Ahora que yo soy papá lo veo como una gran responsabilidad porque mis hijos ven lo que hago», comenta.
No obstante, eso no impide que Cavero sienta un gran amor por su oficio. » Si yo volviera a nacer, sería cien veces, mil veces, todas las veces sería veterinario». Además, resalta que la importancia de la profesión que ejerce no solo radica en cuidar la vida de los animales, sino también en proteger la salud los mismos seres humanos.
Como es sabido, las enfermedades de los animales que infectan a las personas son una de las amenazas más serias que enfrenta la salud humana. «La mayoría de las pandemias provienen de animales. Los veterinarios tenemos una gran responsabilidad no solo en la salud de los animales, sino en la salud de los humanos», acota Cavero.
Recordemos que la llamada influenza española, el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS), las gripes aviar y porcina, hasta la actual pandemia de la Covid-19, todos tienen un origen común: un virus exclusivo de poblaciones animales que muta, invade a un ser humano y de ahí se propaga como patógeno a otra persona.
Por otro lado, con la pandemia de la Covid-19 los animales fueron una pieza fundamental para el hogar durante el encierro. «La misma cuarentena hizo que el vínculo humano-mascota se hiciera más fuerte. Eso lo ves en el negocio de las veterinarias que están creciendo», considera Cavero.
«Si yo volviera a nacer, sería cien veces, mil veces, todas las veces sería veterinario».
Con el timbre de voz alegre que lo caracteriza, Cavero agradece todo el apoyo que recibe y continúa recibiendo por parte de sus seguidores, quienes reconocen la labor que realiza.
«Hoy me saludan más que en mi cumpleaños. Creo que es porque la gente sabe que esta es un carrera con mucha sensibilidad y proyección para el cuidado del planeta. Eso me genera felicidad», sostiene.
Para finalizar, Pancho recuerda lo importante que es cuidar a las mascotas. Aunque un veterinario no solo ve perros y gatos, son estos animales quienes acompañan a los humanos y los veterinarios lo saben.
«Hoy las mascotas no son parte de la familia, son de la familia. Son tus hijos. Por eso deben cuidarlos», finaliza.