Los agricultores de la Asociación de Palmicultores del Valle de Shambillo (ASPASH) se encuentran muy preocupados por el retiro de Naciones Unidas, organismo que apoyó en la siembra de la palma aceitera y la instalación de la planta de procesamiento y producción del aceite crudo de palma.
Los agricultores reaccionaron, tras conocerse que el retiro de esa entidad se debería a una comunicación que le remitió el actual presidente de ASPASH, Lorgio Félix Padilla, en la que pedía la no intromisión en asuntos internos de la organización y de la empresa Oleaginosas Padre Abad S.A. (Olpasa).
Exdirigentes, delegados y socios se han pronunciado en contra de la decisión que tomó en forma inconsulta el presidente de ASPASH y lo están responsabilizando por la pérdida de una serie de proyectos que la anterior directiva había dejado encaminados y que se venían ejecutando hasta hace unos días en ese valle.
“El ex presidente Jorge Matos dejó varios convenios firmados como son la ampliación de áreas en 800 hectáreas, producción de abonos orgánicos, producción de aceite rojo para uso doméstico y la segunda etapa de las pozas de oxidación y ahora se perderán”, indicó a INFOREGIÓN Moisés Parada Patricio, exmiembro del directorio de OLPASA.
La situación interna de la organización cada vez se pone más crítica por el enfrentamiento verbal entre los productores y el Presidente de ASPASH, quien no aceptó además que Naciones Unidas cuente con tres directores en el directorio conforme está señalado en el estatuto de Olpasa.
Hasta el momento dos comités, de trece con que cuenta la Asociación de Palmicultores, se han reunido de emergencia y han optado por aprobar la destitución de la actual directiva si es que no cambia de actitud y busca retomar la comunicación con Naciones Unidas, propuesta que será llevada a la asamblea de delegados.