Al menos 70 personas muertas y poco más de un centenar de heridos fue el resultado de un atentado suicida perpetrado en un hospital de la ciudad pakistaní de Quetta. Este es uno de los ataques más mortíferos cometidos este año en el país y ha sido reivindicado por la facción de los talibanes denominada Jamaat-ur-Ahrar.
Se sabe que un hombre que llevaba unos ocho kilos de explosivos hizo estallar su carga a la entrada de emergencias del Hospital Civil de Quetta. En ese momento se encontraban allí cientos de personas, entre ellas numerosos abogados y periodistas.
«El balance [de víctimas] asciende a 70 muertos y 112 heridos», informó el responsable de Sanidad de la provincia de Baluchistán, el doctor Masoood Nausherwani. El atentado se produjo horas antes de que el presidente de la Asociación de Abogados de Baluchistán, Bilal Anwar Kasi, muera acribillado por un grupo de hombres sin identificar.
Se reportó que este es, por el momento, el segundo atentado con más muertos perpetrado en Pakistán a lo largo de este año, después que una bomba matara en Semana Santa a 72 personas en un parque infantil de la ciudad de Lahore.