Expertos de ocho países de América Latina analizaron e intercambiaron experiencias sobre cómo contribuir al fortalecimiento de instituciones gubernamentales y no gubernamentales con el fin de dimensionar las necesidades de financiamiento e identificar opciones existentes asociadas a los esfuerzos nacionales de adaptación al cambio climático.
La reunión se dio durante el taller de medidas y proyectos de adaptación, denominado “Explorando Oportunidades de Financiamiento”, el que fue organizado por el CAF-banco de desarrollo de América Latina y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Los participantes de Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay intercambiaron sus experiencias, enfoques metodológicos y se revisaron los análisis de vulnerabilidad y adaptación al cambio climático. Además, se revisaron los flujos financieros relacionados con mitigación y adaptación (ya sea a nivel local, nacional o transnacional) y que pueden derivar de fuentes públicas, privadas o alternativas de financiación.
Como señalaron los organizadores a INFOREGIÓN, esta actividad constituye un esfuerzo conjunto entre el CAF y el PNUMA para facilitar el acercamiento práctico entre los esfuerzos de adaptación que adelantan los actores clave en los países y las necesidades, así como posibilidades de financiación. Para ello, señalan, se ha iniciado con un enfoque sub-regional en América del Sur, con miras a replicar próximamente la experiencia en el resto de la región.
El evento fue inaugurado por Gabriel Quijandría, viceministro de Desarrollo Estratégico de los Recursos Naturales del Ministerio del Ambiente; Eleonora Silva, directora representante del CAF en Perú; Ligia Castro, directora de Medio Ambiente del CAF; y Mara Murillo, directora regional adjunta del PNUMA.
LANZAN PROGRAMA DE ADAPTACIÓN
Por otro lado, en el taller se lanzó el Programa de Adaptación al Cambio Climático del CAF, el cual tiene como objetivo promover y apoyar procesos planificados de adaptación a través de políticas, planes, programas y proyectos para orientar la construcción del desarrollo sostenible en todos los países de América Latina y el Caribe.
Para estas regiones, los esfuerzos de adaptación ante el cambio climático constituyen uno de los principales retos que los gobiernos deben afrontar en el corto y mediano plazo. En ese sentido, se espera que la implementación del marco de políticas, que elijan los gobiernos de la región, sea complementada con el apoyo de organismos internacionales, bancas de desarrollo y donantes.
El CAF indica que América Latina ha avanzado significativamente en el “financiamiento climático”. “El financiamiento a nivel internacional, regional y nacional para la adaptación al cambio climático va en aumento, pero aún es insuficiente para cubrir las necesidades estimadas. Actualmente, prevalece el financiamiento para acciones de mitigación, sobre las actividades destinados a la adaptación”, señala esta institución en un comunicado enviado a INFOREGIÓN.
Argumentan que el «financiamiento climático» cubre, en general, todos los mecanismos e instituciones implementados para promover y supervisar el logro del compromiso colectivo adoptado por los países desarrollados para proporcionar recursos financieros nuevos y adicionales a los países en desarrollo.
El Programa de Adaptación de Cambio Climático de CAF abarca tanto el financiamiento de operaciones como las acciones de cooperación técnica, ya sea con recursos propios o de terceros y tiene como líneas de acción promover el acceso al flujo de los recursos financieros en materia de adaptación, fortalecer la capacidad institucional de los sectores público y privado de los países de la región en materia de adaptación al cambio climático, además de promover medidas de adaptación concretas sobre el terreno, como respuesta a las necesidades más inminentes de los países de América Latina y el Caribe.
Asimismo, pretende apoyar la generación y la gestión del conocimiento en materia de adaptación al cambio climático y desarrollar acciones destinadas a reforzar las capacidades internas del CAF e integrar las consideraciones climáticas en las operaciones apoyadas por el banco.