Para todos los que aman la naturaleza y luchan por conservar el medio ambiente, el 25 de febrero es un día de gran trascendencia. Y es que un día como aquel, en 1972, la emblemática Reserva Nacional Pacaya Samiria, ícono en la recuperación de especies, fue declarada Área Natural Protegida con el objetivo de conservar los ecosistemas representativos de la selva baja de la Amazonía peruana y preservar su diversidad genética.
Esta reserva se ubica en las provincias de Loreto, Requena, Ucayali y Alto Amazonas (Loreto) y en un principio tenía un área de 1’478.790 hectáreas. Diez años más tarde, su superficie de protección fue ampliada hasta los 2’080,000 hectáreas debido a la importancia que juega en la conservación de especies de flora y fauna casi desaparecidas, como el lagarto negro, el lobo de río y el paiche.
Este santuario de la naturaleza recibe este nuevo aniversario en medio de la lucha de los gobiernos regionales y pobladores locales contra la desertificación y la pobreza, así como por mitigar el cambio climático. Así, desarrolla grandes proyectos como la recuperación de recursos naturales, que involucraban especies como el aguaje, el paiche, la arahuana, la taricaya, la tagua, entre otros, utilizando tecnologías limpias y artesanales de bajo costo.
Los resultados obtenidos hasta el momento son muy alentadores y sirven como ejemplo para el intercambio de experiencias con otras áreas naturales protegidas interesadas en el tema. Otro de los grandes logros de Pacaya Samiria es la elaboración del proyecto de reforestación que tiene como objetivo recuperar los bosques degradados por la tala ilegal con especies amenazadas de flora como el ojé, el quillobordón, el cedro, la caoba, el tornillo, etc.
El manejo sostenible de los recursos naturales obtenidos de la reserva beneficia a más de 92 mil personas de la región Loreto.
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