El Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), del Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri), junto al Departamento de Medio Ambiente de la Policía Nacional (DEPDMA), recuperó una cría de oso de anteojos (Tremarctos ornatus) de dos meses y medio, que fue hallada el pasado 05 de octubre por una persona al interior de su vivienda, ubicada en el distrito de Sandía, en Puno.
El poblador, identificado como Néstor Huaquisto, halló a la osezna y de inmediato avisó al personal de seguridad ciudadana de su comunidad, que, a su vez, entregó al espécimen de fauna silvestre a la comisaría de Sandia. Una vez conocido el hecho, personal del Serfor Puno se trasladó al lugar cumpliendo todos los protocolos de bioseguridad establecidos para recuperar al animal.
La pequeña osezna, que mide aproximadamente 40 cm y pesa algo más de dos kilos, fue trasladada al Parque de las Leyendas de Lima, donde recibe atención especializada.
La cría de oso muestra buena condición física. Además, se diseñó un protocolo especial de crianza, dado que, por su corta edad, requiere una dieta basada en fórmula láctea, la cual contiene proteína en polvo, leche deslactosada y miel.
El Serfor resalta la acción del poblador Néstor Huaquisto, quien, al ver al espécimen, inmediatamente avisó a las autoridades, lo cual contribuyó a la recuperación satisfactoria y en buen estado de la osezna.
Aún no se conocen las razones de la presencia de la cría oso de anteojos en el lugar. Sin embargo, personal del Serfor, durante su traslado al distrito de Sandia, observó áreas de bosque quemadas, lo que hace presumir que los incendios forestales están ocasionando el desplazamiento de la fauna silvestre que habita en estas zonas.
Las crías de osos de anteojos requieren del cuidado de sus madres hasta los 2 años y aprenden de ella a sobrevivir en su hábitat (buscar comida, encontrar refugio, cuidarse de los predadores, trepar, etc), informó el Serfor a INFOREGIÓN.
Por ello, le recordamos a la población que no debe comprar fauna silvestre. Los traficantes suelen destruir el hábitat de las especies que trafican y muchas veces, como en este caso, matan a las madres para comercializar de manera ilícita a las crías.