La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) y el Gobierno Regional del Cusco suscribieron un convenio para impulsar la actividad agroindustrial del pijuayo para palmito en los distritos de Pichari y Kimbiri en la zona cusqueña del valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE). El monto de la inversión asciende a 2 millones 244 mil nuevos soles y será asumido totalmente por el gobierno regional cusqueño.
El mencionado proyecto beneficiará en forma directa a 300 familias en 34 localidades de ambos distritos, es decir, en total serán beneficiados 1,500 habitantes.
El objetivo de esta iniciativa es fortalecer la economía legal frente a los cultivos de hoja de coca ilegal que existen en la zona a fin de ampliar la base productiva y social en torno al palmito.
El presidente ejecutivo de Devida, Rómulo Pizarro, destacó la contribución financiera del Gobierno Regional del Cusco para este proyecto.
“En Pichari existe una planta instalada para procesar palmito, pero no hay palmito, es decir, se hizo la inversión pero la planta no trabaja. Lo primero era tener la planta procesadora y en año y medio vamos a ver ya creciendo esos cultivos de pijuayo”, anotó.
Por su parte, el representante de la ONUDD en el Perú, Flavio Mirella, indicó que en Kimbiri ya existe una industria para el palmito pero no funciona porque no existe la materia prima.
“La alternativa que representa este cultivo sido vista con muy buenos ojos por el Gobierno Regional del Cusco. El VRAE requiere mayor atención, no podemos permitir que continúe siendo estigmatizado, existe la voluntad por revertir la situación tanto de parte de las autoridades como de los pobladores para que esta zona abandone la dependencia de la coca”, manifestó.
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