La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) planteó que la nueva estrategia para la zona del valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE) priorice un trabajo más profundo en los programas de cultivos alternativos a la hoja de coca, para erradicar al narcotráfico.
Su representante para el Perú y Ecuador, Flavio Mirella, señaló que una estrategia efectiva para combatir a las organizaciones del narcotráfico, que usan de protección a los remanentes terroristas, es trabajar junto a la población en programas de cultivos alternativos, para alejarlos de la economía cocalera.
“Hay que trabajar sobre la base de esta población que, en su mayoría, están en zonas altas, concentradas en pequeños minifundios. Son más o menos 15 mil familias. Hay que, justamente, concentrar los programas de desarrollo alternativo y buscar un compromiso de parte de la misma población”, sostuvo el representante en una entrevista concedida a la agencia estatal Andina.
Pequeños productores del VRAE deben organizarse en cooperativas agrarias
Mirella recomendó, en ese sentido, que, en primer lugar, se organice en cooperativas agrarias a las más de 15 mil familias que trabajan en pequeños minifundios en el VRAE, para luego dotarlos de los recursos técnicos y asesorarlos en torno a los productos que más demanda tienen en el mercado.
“Hay que ver primero la parte organizativa. Nosotros vemos que los productos alternativos tienen perspectivas y demanda, y es cuestión de colocarlos en el mercado. Ahí estamos hablando de una zona donde también hay potencial agroforestal”, explicó.
Puso como ejemplo, el avance logrado hasta el momento por el programa de desarrollo alternativo en la misma zona del VRAE, con cifras positivas mostradas por dos cooperativas agrarias que, en forma conjunta, han logrado rescatar cerca de 8,000 hectáreas de terreno para el cultivo alternativo.
El trabajo en el VRAE -señaló- parte por recuperar los campos donde solo se cultiva hoja de coca y llevar productos con potencial de cultivo y mercado, que den rentabilidad a los agricultores.
Cabe recordar que el presidente del Consejo de Ministros, Yehude Simon, dijo la semana pasada, en el Congreso, que presentará en un plazo no mayor de 20 días una estrategia de lucha integral contra el narcoterrorismo en la zona del VRAE.
ONUDD reconoce problemas con cultivos alternativos en el VRAE
Más adelante, Mirella reconoció que la ONUDD ha tenido problemas para mantener sus programas de cultivos alternativos en el VRAE, principalmente, por la dificultad que existe en convencer a la cooperación internacional de ingresar en esa zona.
“He visto que es muy difícil convencer a las fuentes de cooperación a que apoyen las actividades en el VRAE y eso es una lástima», aseveró.
Tras reiterar que el problema de la droga debe ser enfrentado de manera compartida, tanto por los países productores como por los consumidores, Mirella recordó que en el VRAE se produce más de la mitad de la cocaína del Perú.
“Entonces este problema pasa, evidentemente, por el apoyo de la cooperación internacional”, insistió.
Mencionó, al respecto, que actualmente el VRAE tiene una capacidad estimada de producción anual de 152 toneladas de cocaína, lo que representa más del 50 por ciento de lo que se produce en todo el Perú.
“A nivel de rendimiento, por hectárea de cultivo de hoja de coca, se obtiene casi 10 kilos de cocaína en el VRAE. A nivel de estrategia para un mercado cualquiera, lícito o ilícito, evidentemente habrá una mayor atención por producir allí», advirtió.