Una ola de calor prolongada como la que ha experimentado Siberia entre enero y junio de este año solo podría ocurrir una vez cada 80 000 años si no existiera el cambio climático inducido por el hombre
El trabajo, realizado por científicos del grupo World Weather Attribution, los servicios meteorológicos europeos y el Instituto de Oceanología de Shirshov, concluye además que el cambio climático multiplicó por 600 las posibilidades de que se produzca una ola de calor, lo que según los investigadores es «una prueba inequívoca de la influencia del cambio climático inducido por el hombre en el planeta».
Desde que comenzó el año 2020 toda Rusia y en particular Siberia ha registrado de forma repetida temperaturas inusualmente altas hasta el mes de mayo y durante junio estuvieron hasta 5 grados centígrados por encima de la media. De hecho, el 20 de junio, se registró un nuevo récord de temperatura para el norte del Círculo Ártico, 38°C, en la ciudad rusa de Verkhoyansk en medio de una prolongada ola de calor en Siberia.
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