El Ejecutivo oficializó la Estrategia Nacional de Lucha contra las Drogas (ENLCD) 2012- 2016, que tiene como objetivo reducir drástica y sosteniblemente el tráfico ilícito y el consumo de drogas, sus negativos efectos sociales, políticos, económicos, culturales y ambientales incorporando a los productores de cultivos ilegales a la economía licita.
En cuanto a metas, la ENLCD prevé vincular a 68 mil familias al desarrollo alternativo en el presente año. Anualmente se espera aumentar dicha cifra en 4 mil beneficiarios y llegar a 84 mil familias peruanas en el 2016.
En relación al control de los insumos químicos, la meta es alcanzar las 1,500 TM incautadas en el 2012. La cifra se incrementará anualmente en 500 TM hasta alcanzar la incautación de 3,500 TM en el 2016 (alrededor del 15 % de lo desviado).
Otra de las metas consideradas en el documento, se refiere a incrementar la cifra actual de sentenciados por lavado de activos y otros delitos conexos al narcotráfico. A fin de año se espera tener a 30 sentenciados, 34 en el 2013, 38 en el 2014, 42 en el 2015 y 46 en el 2016.
Entre las principales metas figuran la erradicación de 14 mil hectáreas de cultivos ilícitos para el presente año, 18 mil para 2013; 22 mil para 2014; 26 mil en 2015 y 30 mil hectáreas en el 2016. Estas metas contribuirán a lograr la reducción de la producción de coca ilegal en un 30% al finalizar la gestión de Ollanta Humala.
Ejes estratégicos
El ENLCD está basado en tres ejes estratégicos referidos al Desarrollo Alternativo integral y sostenible; Interdicción y sanción; y Prevención y rehabilitación del consumo de drogas.
En el primer eje se espera mejorar las condiciones económicas, políticas, sociales y ambientales que permitan desvincular a la población del cultivo ilícito de la hoja de coca, generar empleo y ocupación para jóvenes, y aprovechar sosteniblemente los recursos naturales.
En el segundo eje, el objetivo es desarticular, judicializar y penalizar a las organizaciones del crimen organizado, incrementando el decomiso de insumos químicos, mayor detección e investigación de operaciones de lavado de activos, además de brindar capacitación y equipamiento a las instituciones del Estado vinculadas a la lucha contra las drogas.
En el tercer eje, se busca desarrollar intervenciones preventivas y terapéuticas para generar espacios protectores en la comunidad, familia, y escuela.