Obregón habría usado la lucha cocalera para ocultar vínculos con el narcotráfico

A los 30 años Nancy Obregón asumió la presidencia de la Asociación de Campesinos Cocaleros y Productores Agropecuarios de Puerto Pizana, en Tocache, respaldando la propuesta de la erradicación gradual y concertada. Sin embargo, a partir de 2004, su discurso cambió al extremo de defender toda la producción de hoja de coca, dizque para su industrialización, aunque varios testimonios señalan que detrás estaban sus vínculos con el narcotráfico.

Obregón nació en Lima y sus primeros años los pasó en Pamplona Alta, San Juan de Miraflores, y al cumplir los 20 viajó a Tocache, donde conoció a Fabio Chávez, un expolicía que ahora es buscado por narcotráfico.

En el libro Hablan los diablos, publicado en 2007, la entonces parlamentaria aseguró que en su chacra, ubicada en Santa Rosa de Mishollo, cultiva cacao, café, plátanos, tangelos, piña y coca, aunque también reveló que esta última era su «caja grande» que le permitía educar a sus hijos, comprar víveres y plantones para los cultivos legales y el dinero para pagar a sus peones.

Aunque afirmó que su coca no se destina al narcotráfico, confesó que ella no apostaría por los cultivos alternativos.

«Yo no cambio la coca por nada del mundo. Son veinte años de práctica que tenemos y no podemos echarlo a perder. Yo siembro café, cacao, tengo todo, pero no tengo mercado para eso, para lo único que tengo mercado es para la hoja de coca. Y estoy luchando por su industrialización», expresó.

COLABORADOR EFICAZ LA ACUSÓ DE TENER POZAS DE MACERACIÓN
En abril del año pasado, la Dirección Antidrogas (Dirandro) recibió 12 testimonios de colaboradores eficaces que afirmaban que Nancy Obregón tenía vínculos con el narcotráfico.

Uno de ellos, quien dijo vivir en El Monzón desde 1990, aseguró que la ex parlamentaria, entre otros dirigentes cocaleros, tenían chacras donde sembraban coca que luego era transformada en cocaína en sus propias pozas de maceración.

Manifestó que dicha poza estaba ubicada en el caserío de San Juan de Capi, en la que podían entrar unas 200 arrobas de hoja de coca.

Además, la investigación policial trabajó la hipótesis de que Obregón también comercializaba droga de un cartel colombiano. (María Elena Hidalgo)