Nueva técnicas de elaboración de PBC hace más rentable el negocio del narcotráfico

Nuevas operaciones policiales en el valle del Monzón han confirmado lo que en informes internacionales (ONU) ya se sospechaba pero que no habían podido especificar por el desconocimiento de los nuevos procesos en la elaboración de la droga: cada vez se requiere menos kilogramos de hoja de coca para la elaboración de pasta básica de cocaína (PBC) gracias a la eficacia en la transformación.

En años anteriores la obtención de un kilogramo de PBC se obtenía de volúmenes de hoja de coca que estaban sobre los 300 kilogramos, pero con los nuevos métodos empleados, que reemplazan insumos químicos utilizados tradicionalmente, esa cantidad se habría reducido a 250 kg.

Las acciones de interdicción que desarrolla la policía viene teniendo impacto inmediato para los productores de PBC en estas regiones, por lo que las incautaciones y la fiscalización de productos como el kerosene está generando que los narcotraficantes encuentren su rápido reemplazo en insumos como la kerosina, un aceite ligero procedente de la refinación del petróleo o el solvente varzol, un hidrocarburo volátil producto de destilación de nafta o de gasolina. El hidrocarburo hexano, la gasolina de 84 y el Diesel 2 son otros de los insumos que estarían reemplazando la antigua forma del proceso.

Además, se están utilizando ciertos fertilizantes como la urea que luego se transforma en amoniaco líquido y cítricos que se utilizan como abono, también necesarios en la elaboración de la droga.

Estos sustitutos no están entre los 27 prohibidos de adquirir en estas zonas ni están bajo el control policial y está acelerando la producción y las ganancias del narcotráfico, pues elaborando ellos mismos sus insumos y utilizando menos volúmenes de la insustituible hoja el negocio está asegurado.

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