El reglamento de la Ley de Semillas abre en cierta medida la posibilidad de que las empresas introduzcan semillas transgénicas en el país, porque solo exige un control fitosanitario y no una evaluación para determinar si tienen o no un origen transgénico, alertó Luis Gomero, presidente de la Sociedad Nacional del Ambiente y miembro de la Red de Acción de Agricultura Alternativa, RAAA.
En diálogo con INFOREGION, Gomero se mostró preocupado asimismo porque en la norma aprobada recientemente por el sector Agricultura no hay algún artículo que especifique la prohibición o restricción de estas semillas transgénicas al país.
«Esta norma solamente especifica un sistema de control sanitario mas no una evaluación sobre si su origen es transgénico o no, y esto representaría un riesgo en lo que significa el comercio de las semillas y la introducción de las empresas dedicadas a promoverlo», alertó el experto.
Gomero explicó que con la aprobación de los decretos legislativos en el marco del Tratado de Libre Comercio, TLC, se aprobaron algunas leyes que de alguna manera abren las posibilidades de que ingresen este tipo de semillas transgénicas, lo cual representa un gran riesgo para nuestro país, caracterizado por su biodiversidad.
«Nuestra potencialidad económica está sustentada en nuestra gran biodiversidad, por esa razón el Ministerio del Ambiente ha planteado la declaratoria de un país libre de transgénicos y el nuevo ministro de Agricultura indicó que el tema transgénico no será prioritario porque no es la solución a los problemas de producción y productividad», refirió el presidente de la RAAA.
Transgénicos contaminarían plantas locales
Gomero alertó que el mayor peligro es que los transgénicos ocasionarían pérdidas en la biodiversidad pues una vez liberados pueden terminar en los parientes silvestres de las plantas ubicados en el entorno, contaminación que se produciría cuando el polen de las plantas transgénicas se dispersen y fecunden a sus parientes silvestres incorporándose en las variedades locales.
“Debemos entender que esta tecnología más que beneficios para el desarrollo del país nos va a traer riesgos. Pido al sector académico que haga un análisis detallado porque son ellos los interesados en promover el desarrollo de esta técnica que en otros países ya está causando dificultades», concluyó Gomero.