AMAZONÍA. En la pandemia se han acrecentado y hecho más fuertes las actividades ilícitas que dañan los bosques de la Amazonía peruana, alertó Karina Pinasco, quien además es directora del Programa de Políticas e Incidencia de la asociación Amazónicos por la Amazonía (AMPA). Ella resaltó que un insumo clave en la lucha que el país libra contra el cambio climático y sus nefastos efectos es el involucramiento de la sociedad civil en la conservación ambiental de espacios boscosos, iniciativa que el Estado debe incentivar.
Pinasco participó en una reciente reunión sostenida en Tarapoto en la que alertaron a las autoridades acerca de los principales peligros que se ciernen sobre la superficie boscosa en San Martín. Sin embargo, también mencionó las principales amenazas en otras zonas de la Amazonía. Precisó que al sur el tema de la minería ilegal sigue preocupando, además de la tala ilegal. Añadió que en Ucayali el narcotráfico es otro asunto preocupante, así como el cambio de uso de tierras en Loreto por invasiones de tierras; mientras que en Amazonas hubo migración inversa con el afán de ocupar áreas en conservación.
El rol de la sociedad civil
Pinasco resaltó que los logros que San Martín obtuvo en la reducción de la deforestación «se dan en estas áreas donde la sociedad civil organizada asumió el reto de cuidar voluntariamente sus propios territorios bajo un manejo sostenible». Destacó la necesidad que las autoridades tengan más logística para brindarles, así como sostenibilidad financiera a esas áreas. Añadió que hay mucha atención en las Áreas Naturales Protegidas por el Estado, en los pueblos indígenas, «pero también hay un tercer punto que es importante resaltar: la población organizada que decide involucrarse en la conservación y en la gestión sostenible de sus bosques».
Recordó la existencia de la norma dictada por el Gobierno que declara al país en emergencia climática. Al respecto, consideró que «no vamos alcanzar las metas en la lucha contra el cambio climático si no involucramos a la población». Recordó que ya hay ciudadanos vinculados en actividades de conservación ambiental, «es allí que tenemos que trabajar fuertemente en los incentivos» para ellos. Se trata de comunidades, productores, rondas campesinas, etc, quienes «están poniendo el pecho, incluso sus vidas, para defender estos recursos», dijo a INFOREGIÓN.
El caso de San Martín
En cita reciente de representantes de la Red de Conservación Voluntaria y Comunal de San Martín se puso énfasis en las amenazas que se ciernen sobre los bosques amazónicos en esa región. Al respecto, Pinasco citó que en esa región «lo que ha ido creciendo con mucha fuerza es el tráfico de tierras, que se ve fortalecido por las mismas autoridades. Allí está la apertura de carreteras sin estudios de impacto ambiental o sin permisos». Al respecto, advirtió que si bien las iniciativas «tienen la buena voluntad de promover la reactivación económica, no están bien direccionadas».
Añadió que con la invasión de tierras, aprovechando el boom del maíz, se han visto afectados los bosques secos del Huallaga central. «Es alarmante el crecimiento de la deforestación causada por las invasiones y tráfico de tierras», alertó. En cuanto al Estado, consideró que a pesar de sus intentos por neutralizar estas incursiones, «no se da abasto». Alertó que las autoridades regionales ambientales «no tienen el suficiente soporte, ni la logística adecuada, personal, etc».
Esta debilidad también se observa en la Fiscalía Especializada de Medio Ambiente (FEMA) que tampoco se da abasto pues en la región San Martín solo tiene las sedes de Juanjuí y Moyobamba; además de la Alto Amazonas que atiene una zona de San Martín, pero tiene su sede en la región Loreto, afirmó Pinasco a INFOREGIÓN.
Enfatizó que los bosques secos del Huallaga están amenazados. Recordó que hoy existen unas 26 000 hectáreas de ese espacio, cifra que llegaba a los 350 000 según reporte hecho a fines de los años 70. Para su resguardo, resaltó la existencia concesiones para su conservación ambiental manejados por comunidades, que sin embargo, reciben amenazas, incluso contra la vida de sus integrantes. Añadió que San Martín es la región con la mayor cantidad de estas concesiones.
La AMPA
Amazónicos por la Amazonía es una asociación sin fines de lucro, comprometida con la conservación del patrimonio natural y cultural, y la mejora de la calidad de vida y el desarrollo territorial sostenible de los pueblos de la Amazonía Andina. Fue creada en 2006 durante el proceso de Zonificación Ecológica-Económica de la región San Martín. Su labor se fundamenta en cuatro programas en base a un enfoque integral: el programa de conservación voluntaria y comunal, el de economías verdes, el de comunicación, cultura y género, y el de políticas públicas e incidencia. Es titular de la Concesión para Conservación Alto Huayabamba, y por ello integra la Red de Conservación Voluntaria y Comunal de San Martín y la Red Nacional “Amazonía Que Late”.