Es el profesor más joven en ganar el concurso El Maestro que Deja Huella de Interbank. Junto a sus alumnos de Tayacaja levantó el Centro de Investigación, Creatividad e Innovación (Cecreinv) en donde transforman plantas aromáticas que luego comercializan. Walter Velásquez motiva a sus alumnos con un lema: “No hay que ser grandes para empezar, hay que empezar para ser grandes”.
—¿Cómo haces para educar a tus alumnos en una zona tan conflictiva como el Vraem?
No veamos a los chicos de la zona como alumnos que no tienen oportunidades. Ellos sí pueden. Ahora muchos exponen trabajos científicos en otros países, como Brasil y Paraguay. No nos encasillamos en un aula, las clases las hacemos en el campo.
—Pero conviven con el terrorismo y el narcotráfico.
Eso existe porque hay desocupación. ¿Después de las clases el alumno qué hace? Quizá no tiene otra opción. En cambio, si lo tienes ocupado la realidad cambia.
—La ministra Patricia Salas dijo que hay plazas para profesores en el Vraem, pero muchos tienen miedo.
Cuando busqué mi nombramiento me iba a la ciudad y siempre me ganaban. Como nadie quería venir para esa zona, yo pensé en esta sí la hago y aquí me tienes. Para mí fue una oportunidad.
— ¿En qué consiste tu proyecto?
Nosotros creamos el Cecreinv. Formamos equipos de trabajo que se encargan de recolectar hojas, luego las llevan al fitolaboratorio, donde las seleccionan y procesan. En el laboratorio de química las aromatizan y terminado el proceso los chicos tienen un producto listo para comercializar y así les cae un poco de dinero.
—También has desarrollado un software llamado Momear 51.
Lo que hice fue adoptar un programa básico en las laptop XO y empezaron a generar libros virtuales, pequeñas imágenes, música.
—¿Y los materiales?
Cuando ganamos, en la feria de Concytec, fue una gran alegría y los padres comenzaron a colaborar, aunque a veces no entienden y dicen: “Prefiero que mi hijo esté en la chacra”. Para eso conversamos y terminan colaborando.
—¿Cómo toman esto tus alumnos?
Si haces divertido el aprendizaje, eso los atrae; pero si les enseñas con puras fórmulas de química, los haces volar. Cuando se ponen el guardapolvo o los guantes ya se sienten importantes, como doctores. Yo siempre les digo: ¿si por 1 kilo de papas donde trabajas todo el día te pagan 1 sol, en cambio por un kilo de hojas hasta tres dólares y trabajas tranquilo, en el laboratorio y escuchando tu música, qué escoges?
—¿Cuántos alumnos tienes?
Ya no son grupos de 5 sino de 50.
—Han viajado a otros países, como Brasil y Paraguay…
Sí, con el proyecto del alga terrestre, algo parecido al musgo. Descubrimos que el gel de esa alga tiene una propiedad extraordinaria, absorbe todo el humo de las cocinas o de las motos. Esta sustancia lo neutraliza.
—¿Has cambiado la mentalidad de tus alumnos?
Sacarlos de su hábitat y llevarlos a otros lugares es alucinante, es una grata experiencia. Yo sé que a ellos ganar los motiva, y compartir con otros chicos más; por eso ahora quieren estudiar Ingeniería Ambiental o Forestal y me da gusto porque ya no piensan en ser mototaxistas o trabajar solo en una chacra.
—Hasta van a participar en el Mundial de Ciencias 2012.
Sí, ya hemos clasificado, es la primera vez y será en agosto, en Paraguay. Antes habíamos estado en el Sudamericano. El problema es la parte económica…
—¿Qué es lo que pides?
Es el primer colegio de Huancavelica que está representando al país en el ámbito mundial. Si hubiera más entidades que apoyaran, sería bacán. Hace un tiempo quisimos exportar de manera formal, nos enteramos de que todo era tan complicado y se nos fueron las ganas; por eso lo hacemos de manera artesanal. Nuestras plantas aromáticas están en Argentina y Panamá, porque ex alumnos que viven por allá las llevan.
—¿Cómo te sientes al ser el ganador de El Maestro que Deja Huella?
Ahora mi función es que mi colegio, mi provincia, mi región y mi país dejen huella. No todo es color oscuro en el Vraem, hay gente recontra creativa. Para mí todo ha cambiado de pronto. El domingo estuve en una casa humilde y ahora estoy en un hotel de 5 estrellas, hasta conocí al presidente Ollanta Humala y resultó ser de mi ‘tallarín’ [risas].
—¿En qué vas a invertir tu premio?
Este dinero es para implementar los laboratorios. Muchos de mis familiares no sabían. Ayer llamé a mi papá y le dije: “Estoy encima de un carro que me han regalado”, y me dijo: “Ya, duerme, hijito”. Mi mamá se puso a llorar, pero como es de felicidad, le dije: “Sigue llorando, mamá” [risas].
¿Quién es Walter Velásquez?
Profesor de la I.E. Santiago Antúnez de Mayolo. Ganador del concurso El Maestro que Deja Huella 2012.
Tengo 28 años. Nací en Huancavelica. Estudié Educación en la Universidad del Centro. Desde hace 3 años enseño Ciencias Naturales a chicos de secundaria en el distrito de Tayacaja, zona del Vraem. Ser docente no significa enseñar a puertas cerradas, se tiene que buscar la innovación. Soy hincha de la ‘U’. Mi mayor virtud es ser persistente y mi defecto es ser perfeccionista. Admiro a uno de mis alumnos: Misael Soto. Es un ejemplo por seguir siendo de una familia muy humilde y quechuahablante, ahora estudia Economía en la Universidad del Centro y quiere ser el próximo gobernante de la región. Gracias al concurso tendré mi primer auto y mi ‘depa’.
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