En el curso de una semana en Acapulco, el puerto turístico del Pacífico mexicano, cinco menores fueron asesinados. La última víctima fue descrita por las autoridades como una niña de cuatro años aproximadamente, delgada, tez morena clara, pelo negro, pantalón de licra con rayas naranjas, blusa morada y un tiro en el pecho.
De acuerdo a información de La República, la pequeña quedó tendida la madrugada del jueves en la parte trasera de un Volkswagen sedán blanco junto a una mujer con tres disparos en la espalda, y de quien se cree era su madre. Las autoridades todavía no han identificado a la menor ni a la mujer.
Solo un diario local, Diario 17, dio algunas pistas sobre su identidad. La mujer supuestamente se llamaba Laura Zamora Bravo, de 38 años, y la pequeña era su hija Alondra.
Dos días antes de que la pequeña fuera asesinada, Acapulco vivió otras historias igual de trágicas por la violencia del narcotráfico. Una abuela intentó infructuosamente proteger con su cuerpo a sus nietos de 2 y 6 años de las 200 balas rociadas por sicarios que supuestamente iban persiguiendo a una persona. Ese mismo día dos adolescentes de 15 años también fueron asesinados a tiros.
Más datos
En el reporte “Infancia y conflicto armado en México”, presentado recientemente, la Red por los Derechos de la Infancia (REDIM) señaló que de diciembre de 2006 a octubre de 2010 han muerto 994 menores. Ante la falta de cifras oficiales recurrieron a recuentos periodísticos para estimar el número de víctimas durante la lucha contra el narcotráfico.