Los niños de La Oroya con mayor nivel de plomo en la sangre podrían quedarse sin las atenciones que les brinda la empresa Doe Run Perú ante la mala situación económica de la empresa, dado que no se habría destinado un presupuesto para su atención en el 2016.
“Los niños son atendidos en la Cuna Jardín Casaracra, una institución educativa inicial que durante 10 años ha recibido a los pequeños que eran diagnosticados con mayor contaminación por plomo y recibían atención médica, alimentación y educación para ayudarlos a superar este impase. Desde el año 2013 la Cuna es administrada por el ONG VIDA por encargo de la empresa Doe Run Perú”, manifestó Arturo Alfaro Medina, presidente del Organismo No Gubernamental y administrador de la Cuna.
De acuerdo con el medioambientalista, los padres de familia están preocupados porque hasta la fecha no saben si en el 2016 sus hijos continuarán en el programa y con los beneficios de la atención médica, nutricional y educativa.
“Este problema lo han manifestado ante el alcalde de La Oroya y esperan ser atendidos por los administradores de la empresa pero no tienen respuesta hasta a la fecha. Es una obligación de la Doe Run Perú”, precisó.
“En el mes de diciembre del año 2014 la SUNAT hizo una devolución de 70 millones de dólares a Doe Run Perú pero la administración anterior de la empresa no estableció un fondo para cumplir con sus obligaciones ambientales y de salud como es el financiamiento de la Cuna y la atención de niños con plomo y madres gestantes. La nueva administración ha recibido una empresa quebrada, con pérdidas en sus operaciones y sin nada de los millones de dólares que devolvió la SUNAT”, manifestó Arturo Alfaro.
“Son miles los niños que fueron afectados por plomo desde que la fundición de La Oroya inició su operación hace más de 90 años, se espera que con un nuevo operador el Complejo Metalúrgico de La Oroya pueda generar los recursos económicos que permita la atención a los niños”, agregó.