A partir del secuestro de 34 trabajadores del Proyecto Camisea, en abril del presente año, muchos recién descubrieron que en el Perú existía una localidad denominada Kepashiato, ubicada en el distrito cusqueño de Echarati. La atención generada como consecuencia de ese hecho, busca ser aprovechada por los productores agropecuarios de Kumpirushiato – Kepashiato para iniciar el despegue
Sobre esta inesperada relevancia mediática, el secretario de la Asociación de Productores Agropecuarios del valle Kumpurishiato – Kepashiato, Rommel Alvarez, afirmó que, en cierta medida, los ha favorecido por lo menos en lo que a atención del Gobierno se refiere.
“Antes la zona era tranquila, no había mayor movimiento. Producíamos café, cacao, achiote, plátanos. De Kepashiato no se hablaba mucho. Con estos hechos (el secuestro) el mundo supo de Echarati, y que había un pueblito que se llamaba Kepashiato. Eso ha hecho que el Gobierno se esté preocupando un poquito más por nosotros, los agricultores”, afirmó.
En entrevista con INFOREGIÓN, Álvarez señaló que para elevar sus niveles de producción los cacaoteros y plataneros requieren de asistencia técnica. “En Kepashiato los agricultores somos los más pobres del lugar pero vamos a seguir adelante con nuestras chacras con o sin conflictos”, aseguró.
Álvarez formó parte de la delegación de productores cacaoteros del valle Kumpurishiato – Kepashiato que participó en el Salón del Cacao y Chocolate Perú 2012. Para ello trajeron el cacao “chuncho”, propio de la zona, e híbridos (cacao mejorado) como el CCN-51, ICS-6, ICS-95, entre otros.
“El Salón es muy importante para nosotros porque es la primera vez que participamos en este tipo de eventos”, puntualizó Álvarez, quien detalla que actualmente, son 440 hectáreas de cacao con los que cuenta el valle, los que son manejados por 520 familias.
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