Dos nativos Ashaninka asesinaron a balazos a tres colonos a quienes acusaron de pertenecer a Sendero Luminoso, en Yaruviri, comunidad Ashaninka, perteneciente al distrito de San Martín de Pangoa en Junín, en el valle de los ríos Apurimac y Ene, VRAE.
Los hechos ocurrieron al concluir una actividad deportiva organizada en la comunidad nativa y a la que Lucio Lunazco Huamán (33), Germán Valencia Morales (28) y Tito Izarra Miguel (30) asistieron sin pensar que en este lugar encontrarían la muerte a manos de los nativos identificados como Yunior Torrejón Campos y Edgar Rojas Ccorahua, que habían estado bebiendo licor durante la tarde.
Los nativos, miembros del Comité de Autodefensa de la zona reconocieron ser los autores del crimen de los tres colonos y aseguraron que los confundieron con terroristas.
“Nosotros pertenecemos al Comité de Autodefensa de Yaruviri. Estas personas (las víctimas) eran nuevas en el lugar y no portaban identificación, por eso comenzamos a interrogarlos. Nos dijeron que habían bajado desde Viscatán, y esto nos hizo creer que eran terroristas y por eso los matamos”, confesó Yunior Torrejon Campos.
El primero en ser asesinado fue Lucio Torrejón, quién imaginando tal vez lo que le iba a suceder, intentó escapar. Entonces Yunior Torrejón le apunto con su escopeta, otorgada por el Ejercito para luchar con la subversión, y de un certero disparo en la cabeza lo mató al instante.
En la confusión y el espanto, las otras dos víctimas intentaron aprovechar la situación para intentar también huir; pero fueron alcanzados por Edgar Rojas quién realizó múltiples disparos hasta matarlos.
Tras el crimen, los nativos Asháninkas se dieron a la fuga, siendo capturados luego por los integrantes del Comité de Autodefensa de Tununtuari, comunidad cercana a Yaruviri.
Ambos fueron puestos a disposición de la Segunda Fiscalía provincial de La Mar.
Desmienten que víctimas sean terroristas.
Jhon Ayala, integrante del CAD de Tununtuari, aseguró que las víctimas no pertenecían a Sendero Luminoso y más bien señaló que las víctimas eran ex licenciados del ejército que lucharon contra los grupos terroristas en las zonas de Vizcatán años atrás.
“Estos asesinos están utilizando la excusa de que las víctimas eran terroristas para encubrir su crimen y recibir apoyo de los comandos del ejercito. Lo cierto es que hubo discusiones fuertes, y bajo los efectos del alcohol les dieron muerte aprovechando que tenían armas” precisó Ayala.
Por otro lado se informó que las víctimas estaban desde hace dos meses en Tutuntuari, a donde habían llegado para trabajar de peones en los campos de producción de cacao de propiedad del agricultor Mario Ayala.