Narcotraficantes fabrican su propio Kerosene en el valle del Monzón

La imaginación de los narcotraficantes para la elaboración de droga ante las restricciones impuestas por la Policía no tiene límites. Esta vez las autoridades descubrieron que estos grupos han evolucionado su accionar y ante la prohibición y control que se tiene sobre la venta de kerosene, un insumo carburante esencial para la extracción del alcaloide de cocaína  a la hoja de coca, vienen elaborando su propio kerosene a partir del petroleo y la gasolina, insumos que no se encuentran fiscalizados y se usan y transportan con facilidad.

Según pudo conocer INFOREGION en fuentes policiales, los narcotraficantes del valle del Monzón habrían contratado expertos químicos para suplir la carencia del kerosene, los mismo que obtienen un producto similar pero más tóxico a partir de las combinaciones de  de petróleo diesel D2, gasolina de 84 octanos, sal yodada para cocina y timolina, lo que les ha dado buenos resultados y ha logrado que no se haya paralizado la producción de drogas en la zona.

Nuevo producto es mas contaminante y peligroso que el kerosene

La Inteligencia policial ya tenía conocimiento de esta modalidad empleada por los traficantes de drogas pero esto se constató el viernes pasado tras una exitosa operación antidrogas en que se desbarató 11 laboratorios rústicos de producción de pasta básica de cocaína en el valle del Monzón.

Es más contaminante aún

El nuevo producto utilizado para la fabricación de PBC ha causado mayor preocupación entre los efectivos policiales debido a que implica un mayor riesgo para la población, pues es mucho más contaminante que el kerosene y registra una altísima volatilidad y mayor combustión.

Ello fue comprobado por los propios agentes que destruyeron los 11 laboratorios de drogas en Tazo Grande y Shianca a 55 kilómetros de Tingo María, operativo que permitió además incautar tonelada y media de ácido sulfúrico,kerosene, así como 15 kilos de alcaloide de cocaína.

Según los efectivos, la coloración del producto es mucho más oscura y al arrojarlo a las pozas para su destrucción, la mezcla ardió, hasta tres veces más que el kerosene original, registrandose además ligeras explosiones.

Este uso de petroleo y gasolina ocasiona asimismo mayor daño al ecosistema, los suelos y los ríos de la zona, dado que los desagües de estas instalaciones clandestinas van a parar a estas aguas, que recorren varios pueblos.

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