Los narcotraficantes del valle de los ríos Apurímac y Ene, VRAE, fabrican cocaína en un tiempo record de ocho horas, reduciendo de esta forma el periodo de elaboración de la ilegal sustancia a menos de la mitad del tiempo, si se considera que este proceso demora normalmente tres días, revela un informe de la revista Caretas.
Así, en el artículo «Ocho horas peruanas», publicado en la edición de hoy del semanario, se da cuenta de la visita del jefe de la Dirección Antidrogas, general PNP Teddy Bartra Arévalo, a la base antidrogas de Palmapampa, en Ayacucho, que le permitió al oficial conocer in situ el trabajo que llevan adelante los narcotraficantes, principalmente en horas de la noche.
«El jefe de la Dirección Antidrogas, DIRANDRO, general PNP Teddy Bartra Arévalo, arribó a la base policial antidrogas de Palmapampa, ubicada en el extremo sur del valle de los ríos Apurímac Ene, VRAE, a las 8 de la mañana del jueves 13. Los 90 policías de la guarnición antinarcóticos no desayunaban aún, pero lo recibieron jubilosos», narra la revista.
«Bartra los felicitó por haber destruido este año 800 pozas de procesamiento de droga, sin embargo tenía algunas dudas pendientes. ‘Explíqueme, comandante Valdivia, ¿por qué casi no hay decomisos de drogas ni de insumos químicos en el VRAE?’, le preguntó Bartra a uno de los oficiales.
‘Los narcotraficantes han acelerado el proceso de la droga’, respondió Valdivia, uno de los jefes operativos de la Base de Palmapampa. ‘Lo que antes les demandaba unos tres días, ahora lo hacen solo en ocho horas y usualmente en las noches'», añade.
Caretas indica que, según la explicación que el oficial dio al general Bartra, químicos colombianos secan las hojas de coca con focos y hornos eléctricos. Incluso añade que se han encontrado motores al borde las pozas de decantación.
Esta revelación llamó al jefe de la Dirección Antidrogas de la PNP a ordenar un operativo helitransportado para esa misma noche, mismo que se realizó en uno de los cinco helicópteros estadounidenses Bell UH-II asignados a la base antidrogas de Palmapampa para patrullar desde el aire los casi 8,000 kilómetros cuadrados del VRAE.
De esta forma, provisto de visores infrarrojos y por la noche, Bartra Arévalo recorrió de extremo a extremo el VRAE por un lapso de dos horas, viaje en el que constató el trabajo de hormigas de los narcotraficantes en el monte.
“Desde arriba se ven como lucecitas rojas moviéndose muy cerca de los ríos Apurímac y Ene. Sin duda, demanda planificar en el futuro operaciones helitransportadas vespertinas”, aseguró el jefe de la Dirandro a la revista.
El general Bartra también informó que, de enero a julio de este año, se han destruido aproximadamente 1,587 laboratorios de procesamiento de PBC y siete de clorhidrato de cocaína tanto en el VRAE como en el Valle del Huallaga.
Cultivos cocaleros del VRAE cuentan con asesoramiento técnico
Del mismo modo, el informe periodístico refiere que de acuerdo a las Naciones Unidas los cultivos ilegales de la hoja de coca en el VRAE se han incrementado a 18,000 hectáreas.
«La producción anual de PBC del VRAE es de 400,000 kilos; lo que arroja unas 160 toneladas métricas en clorhidrato de cocaína que se obtienen gracias a la productividad de la tierra y, como ahora se sabe, a la rapidez de los narcotraficantes para elaborar la PBC», precisa.
“Los sembríos son escalonados y tienen una distancia de 15 centímetros entre cada planta. Esto asegura una mayor producción por hectárea. Las parcelas están adecuadamente programadas para obtener cosechas mensuales, mientras que en el Huallaga, lo hacen cada tres meses”, aseguró la fuente policial a Caretas.