Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo”, el narcotraficante más importante del mundo, se fugó por segunda vez de un recinto penitenciario de máxima seguridad de México.
El narcotraficante se encontraba recluido en el penal federal del Altiplano, ubicado en el estado de México, y que era considerado el de mayor seguridad de ese país. Incluso, la Comisión Nacional de Derechos Humanos lo había calificado con 8.64 el año pasado. Hasta ayer, ningún preso se había fugado de dicha prisión jamás.
«A las 20.52 horas del día de hoy, en el Sistema Permanente de Video vigilancia del Penal Federal del Altiplano I, se observó que Joaquín Guzmán Lorea se aproximó al área de la regadera dentro de la estancia 20 del pasillo 2, donde habitualmente, además de su aseo personal, (los presos) lavan sus enseres», indicó el comunicado de la Comisión de Seguridad Nacional de México, apenas se conoció del hecho.
Guzmán, de 58 años, quien fue capturado por los comandos de la Marina en febrero del año pasado, usó un túnel de un kilómetro y medio de largo para realizar su fuga, al mismo estilo de los 47 emerretistas, liderados por Víctor Polay Campos, quienes en 1990 se fugaron del penal peruano Miguel Castro Castro.
El narcotraficante había escapado antes de la prisión. En enero del 2001 también se fugó pero del penal de máxima seguridad de Puente Grande, en Jalisco.
Las autoridades mexicanas realizan diversos operativos para dar con el paradero del «Chapo», hasta el momento infructuosamente.